El cine de luto, adiós al Gran Alfredo

Tenía 80 años, más de ciento veinte películas a sus espaldas y mucho carácter. Y es que Alfredo Landa era navarro y se le notaba.

Fue en su época de estudiante de Derecho cuando se subió por primera vez a los escenarios. Y desde entonces no se bajó. Pero fue en 'Atraco a las tres' la primera vez que le vimos en la gran pantalla. Contaba Alfredo que después de esta película no quería saber nada más del cine, pero por suerte cambió de idea.

Nos hizo reir, llorar e incluso sufrir. Porque él era el Gran Alfredo, como le llamaban los amigos. Tan grande que incluso dio su nombre a un género: el landismo. Y cómo no recordarle siempre en ese papel que él bordaba: el de español bajito, machista, reprimido y fanfarrón, aunque siempre divertido.

Pero la misma capacidad para arrancar carcajadas la tenía para emocionar. Su imagen de bonachón conseguía que se nos escapase alguna que otra lágrima, como en su papel de Paco, en 'Los Santos Inocentes', que le hizo ganador de la Palma de Oro a la mejor interpretación masculina en Cannes.

Aquí le dimos premios, pero no todos los que se merecía. El último en 2007, cuando recibió el Goya de Honor emocionadísimo y rodeado de los suyos.

Meses después se despedía definitivamente del cine de esta forma: 'Adiós. Adiós con el corazón. Adiós, siempre adiós. Y para siempre'.

Hasta siempre Alfredo.