CRISIS SÍ, PERO NO DE FE
La devoción del Gobierno de Rajoy en tiempos de crisis
Si la virgen del Rocío se convirtió en la aliada de Fátima Bañez, Santa Teresa intercede por España a los ojos del ministro Fernández Díaz. Son sólo dos ejemplos de la mediación divina a la que recurren nuestros políticos. El presidente Rajoy incluso cita en el Congreso las sagradas escrituras.
Si España sale pronto de la crisis tendremos que darle las gracias, no a Merkel, ni al Banco Central Europeo, ni al FMI, ni a Montoro, ni De Guindos, sino a Santa teresa de Jesús. Quien piensa así es él, Jorge Fernández, ministro del interior: "Santa Teresa hablaba de tiempos recios, y estoy seguro de que en estos momentos estará siendo una importante intercesora para España en estos tiempos también recios que está atravesando"
Ante tales declaraciones quizá alguno de ustedes se esté santiguando, pero tiene una explicación: el ministro asistía al acto de presentación de un proyecto, que en 2015 conmemorará el V nacimiento de la mística. Pero sucede que hace tres días, en pleno debate sobre el último Consejo Europeo, más que cifras se dieron citas. Primero fue Alfredo Pérez Rubalcaba quien aludió a San Mateo: "Una palabra tuya bastará para sanarme".
Y minutos después, el presidente con números, pero no económicos: San Juan, 8:1-7: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Alguien que no está libre protagonizó también la actualidad al rezar en prisión. Luis Bárcenas. Así le vimos en exclusiva pasar sus días en la cárcel. Y llamó la atención, no porque se entregara a la fe, sino porque asistió a un culto evangelista pese a ser católico.
Otro que se sentó en el banquillo: Francisco Camps. Así celebró la “absolución” en el juicio sobre los famosos trajes."Gracias Dios mio". Y esta era la excusa que dio cuando el juez Castro fue a buscarle a casa para declarar como testigo y no le encontró: estaba en misa.
Vamos hasta Toledo con la presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal. Llamó la atención su atuendo: luto, peineta y mantilla para celebrar el Cospus Christi, una exhibición de creencias que no sentó bien a algunos votantes laicos.
Y para cerrar el círculo: la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. Si el ministro de Interior se encomendaba a Santa Teresa, ella lo hizo a la vírgen del Rocío: "en este camino hacia la búsqueda de oportunidades para todos los españoles se ha encontrado a esa embajadora universal de Huelva en el mundo, que es la Virgen del Rocío". Lo curioso del caso es que esta declaración la hizo a finales de 2012, año mariano.
En fin, parece que estamos en manos de los ministros de Dios. Esperemos que, además de los rezos, también funcionen otras medidas. Porque si no "que Dios nos coja confesados".
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