La larga lista de vertidos de petróleo en las costas de nuestro país

Sumergirse en las aguas de Arinaga, en Gran Canaria, no es lo mismo desde hace unos días. Aquí sus barcos de pesca artesanal  conviven con otra amenaza, la del chapapote. Y, por desgracia, no es la única reserva marina que lo sufre.

Es imposible olvidar la gran marea negra del Prestige. La mancha no solo quedó bien a la vista. Ya entonces, las imágenes submarinas nos acercaron esa otra realidad de la tragedia: un fondo tapado por el fuel. Y no había límite alguno. Una vez más, ni el espacio protegido quedó a salvo. En las islas Cíes el vertido también dejó huella.

Los ecologistas aseguran que el desastre a veces, simplemente, no se quiere ver. Denuncian que el alquitrán  y el "piche" no se despegan de la bahía de Algeciras. El este es zona de protección medioambiental y ni por ésas los cargueros dejan de pasar.

En Columbretes, Castellón, directamente han tenido desde 1937 un petrolero encallado que vaciaron por riesgo de fuga hace apenas dos años. Ahora el riesgo para esta reserva marina está, según los oceanógrafos, en las prospecciones petrolíferas previstas en el Golfo de Valencia.

Han denunciado el peligro que supondría cualquier sondeo sobre la reserva de posidonias en Ibiza. Para ellos, el objetivo está claro: garantizar al menos lo que ya está bajo protección. Y es poco, muy poco, solo un 0,5% de nuestras aguas, lejos del objetivo mundial de un 10 % para 2020.

Y esto, sin tener en cuenta, que al descontrolado impacto medioambiental de los vertidos, se unen, como pasó con el volcán del El Hierro, imprevistos naturales que también dejan dañada esa preciada reserva marina.