UN PRESIDENTE CON SUEÑOS DE GRANDEZA

Los proyectos faraónicos de Camps

La carrera de Camps podría titularse así: 20 años de sueños de grandeza o cómo hacerse la mejor foto. Camps llegó a la presidencia de la Generalitat en 2003. Y desde ese puesto se propuso una meta: situar a Valencia en la cumbre.

La deuda contraída por los clubes de fútbol valencianos es uno de los efectos colaterales de los 20 años de proyectos faraónicos de Francisco Camps. Tanto quería situar a Valencia en el mapa del mundo, que ahora sus sucesores tienen que pagar las consecuencias. 

La carrera de Camps podría titularse así: 20 años de sueños de grandeza o cómo hacerse la mejor foto. Camps llegó a la presidencia de la Generalitat en 2003. Y desde ese puesto se propuso una meta: situar a Valencia en la cumbre, y situarse a él mismo como 'el rey midas' del progreso. 

Las obras de Calatrava fueron su obsesión. Un proyecto faraónico símbolo del derroche de su presidencia. Millones de euros también invertidos a fondo perdido en el aeropuerto Castellón. Porque del orgullo del día de la inauguración, ha pasado a ser un recinto fantasma en venta.

Los deportes fueron su aficción más dentro que fuera del trabajo. Para llevar la Fórmula 1 a Valencia, Camps gastó 275 millones de euros. Pero lejos de beneficios económicos, directos o indirectos, las carreras supusieron un saco roto para las arcas públicas. Aunque sí sirvió al presidente para conseguir sus buscadas instantanéas.

Por tierra y por mar, Camps no cesó en sus 8 años de Gobierno en conseguir mega proyectos para su comunidad. La Copa América de vela o la candidatura a subsede olímpica junto a Madrid se unen a una lista interminable. Con ayuda divina o sin ella, Camps consiguió estar junto a los grandes personajes y los grandes símbolos. Su carrera acabó tras el escándalo de Gürtel en 2011. Y aunque consiguió salir indemne del juicio, fue la última foto de un álbum para la historia.

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