Tensión y nervios en Tetuán

Miércoles 17 de septiembre, 17:00 horas, comienza el último reparto de comida, el de más afluencia desde que los okupas ultraderechistas se instalaron en el barrio madrileño de Tetúan. La orden de desalojo ha instado a muchas personas a donar alimentos y también a recogerlos.

Todo transcurre con normalidad hasta que llegan las 18:30 horas, cuando la líder del hogar estaba hablando en directo con José Yélamo está hablando de su actitud antiviolenta. Entonces, los nervios hacen correr a todos, oyen ruidos desde la calle, golpes y no saben qué ocurre.

Un grupo de 20 jóvenes de ultraizquierda llena la calle, sin embargo, no hay agresiones. El amplio dispositivo policial evita que la situación fuera a peor y obliga al grupo a desplazarse hasta Bravo Murillo, allí siguen con sus gritos: "fuera fascistas de nuestros barrios" y repartiendo folletos. Un joven declara a los medios que "usan la necesidad que tiene la gente para ganarse a los demás".

La Policía les pide la documentación, son las 19:30 y mientras en Tetuán, un miembro del centro ultra lee un comunicado mostrando "la más repulsa y asco hacia quienes usan la molestia sin argumentos". Más de dos horas y nervios que también sufrieron los vecinos, que vieron como su calle era tomada por manifestantes, policías y periodistas.