Rebaja de pena para el 'monstruo de Lardero': el terrorífico historial del autor del 'crimen de la inmobiliaria'

La Audiencia Provincial de La Rioja ha acordado una rebaja de pena para Francisco Javier Almeida, autor del conocido como 'crimen de la inmobiliaria' y acusado delasesinato del pequeño Álex en Larderoen el año 2021.

Condenado a 10 años de prisión por agresión sexual, el tribunal ahora le ha reducido esa pena en dos años, en aplicación de la ley del 'solo sí es sí', aunque, según explica Manuel Marlasca, en la práctica su situación no va a cambiar, puesto que se encuentra en prisión provisional por la agresión y asesinato del menor de nueve años.

Almeida es "uno de los mayores monstruos que hay ahora mismo a la espera de juicio en España", según el jefe de Investigación de laSexta, que repasa en Más Vale Tarde su terrorífico historial:

Agresión sexual a una menor

Agredió sexualmente a una menor en 1989. Por este crimen fue condenado a siete años de prisión.

Crimen de la inmobiliaria

Tras salir de la cárcel, cometió el conocido como 'crimen de la inmobiliaria' en Logroño, "paradigma del crimen sádico", según Marlasca, puesto que "disfrutó mientras veía agonizar" a su víctima, una agente inmobiliaria llamada María del Carmen López, a quien "acuchilló decenas de veces y acabó matándola de una puñalada en el corazón", tras hacerla "pasar un verdadero tormento".

En el juicio llegó a decir que se había sentido "ofendido" por la Fiscalía y fue condenado a 20 años por asesinato y a otros 10 por agresión sexual, ahora convertidos en ocho. De no haber cometido el crimen de Álex, esta rebaja habría adelantado su puesta en libertad.

Crimen del niño de Lardero

Aunque fue condenado a 30 años de prisión, obtuvo la libertad antes de cumplir la totalidad de la condena y, en octubre de 2021, asesinó presuntamente a un niño de nueve años en Lardero, el pequeño Álex. Por este crimen se encuentra en prisión a la espera de un juicio que se celebrará pronto y en el que, según Marlasca, "le espera la pena de prisión permanente revisable casi sin ningún género de dudas", puesto que incluso "le pillaron con el cadáver del niño en brazos".