LA CHILENA DEL DESPILFARRO
El "aeropuerto para las personas" de Castellón gastó cuatro millones de euros en el Villarreal
Imputado y con el aeropuerto de Castellón paralizado, Carlos Fabra siguió haciendo gestiones de altos vuelos. Firmó un contrato público de cuatro millones de euros para patrocinar al Villarreal Club de Fútbol, que justo ese año bajó a segunda.
De los creadores del aeropuerto sin aviones, como el de Castellón, descubrimos cifras que nos dejan en fuera de juego. Tal vez porque del Aeropuerto de Castellón no despegaban aviones la empresa decidió invertir en otros despejes, como en el fútbol.
El aeropuerto gastó más de cuatro millones de euros, sin el IVA, en patrocinar la camiseta del Villarreal en la temporada 2010/2011.
Una camiseta que lucían los jugadores del club deportivo con un logotipo del famoso 'no-aeropuerto' en la parte delantera.
Ignacio Blanco, diputado de Esquerra Unida, opina que “es una indecencia que hayan gastado casi cinco millones cuando estaban prácticamente en quiebra”.
El contrato publicado en elconfidencial.com lo firmaron el presidente del club deportivo, Fernando Roig, y Carlos Fabra, imputado, por cierto, en aquellas fechas. Pero si parece increíble publicitar un aeropuerto del que nadie podía despegar con dinero público, según afirma Ignacio Blanco, “recibían entradas VIP a los partidos, viajes y desplazamientos”.
Según ha afirmado Ignacio Blanco, el ente público habría invertido en solo diez años 460 millones de euros en comprar derechos de fútbol de clubes como el Valencia.
La mascota del Valencia vale su peso en oro. En el contrato firmado en 2006, Canal Nou se comprometió a pagar medio millón de euros por los derechos de la mascota. Un precio galáctico sacado del bolsillo de los valencianos.
Aunque en esos diez años se marcaron muchos más goles. Por ejemplo los 650.000 euros más IVA por el Trofeo Naranja disputado en Mestalla o el pago de 968.000 euros por el Trofeo de Cerámica de fútbol al Villarreal.
Unos pagos que según Esquerra Unida han dejado un agujero de más de 200.000 euros, por el que piden explicaciones y que se les saque la tarjeta roja.