Mejores momentos
Los dueños de 'Tradiciones peruanas' se disfrazan de Bad Bunny y Daddy Yankee en mitad del servicio
Un restaurante de Majadahonda más preocupado por ofrecer show a sus clientes que por servir los mejores platos de la cocina peruana en una de las mejores zonas de Madrid. Estos han sido los mejores momento de 'Pesadilla en la cocina: Tradiciones peruanas'.
En este noveno episodio de la temporada 9 de Pesadilla en la cocina, el chef Alberto Chicote visita el restaurante 'Tradiciones peruanas' de Majadahonda, en Madrid.
Un negocio que nació con la misión de llevar un pedacito de Perú a Madrid cuyo sueño se ha convertido en pesadilla. ¿El problema? Una inexperiencia previa que se plasma a la hora de realizar el servicio y que, con el paso del tiempo, les ha hecho acumular una deuda de miles de euros.
Una deuda con prestamistas de por medio
Aunque Pesadilla en la cocina ya ha pasado por numerosos restaurantes que acumulan deuda, en el caso de 'Tradiciones peruanas' el matiz se torna algo más turbio. Ni bancos ni familiares, los dueños de este restaurante peruano se vieron forzados a acudir a un prestamista particular. Lis, dueña del restaurante junto a su marido Jorge, reconoce que reciben amenazas: "No es un banco, lamentablemente".
Una deuda con un alto porcentaje de interés que Chicote tratará de mermar enseñando a los dueños del restaurante a gestionar el dinero que facturan cada mes, dividiendo por porcentajes las diferentes partidas a las que debería dedicar sus ganancias: "Un 30% es el dinero que deberías destinar al personal, otro 30% va destinado al coste del producto y del 40% que te queda, un 20 es para gastos generales y otro 20 que son beneficios antes de impuestos". Además, les ayuda a ajustar los precios de su carta en base al coste de cada plato.
El 'falso Bad Bunny' visita Pesadilla en la cocina
Así, Chicote empieza a conocer el funcionamiento de un restaurante que hace aguas por todas partes. Platos de tamaños desproporcionados, comandas descontroladas y un trato entre lo propios dueños del restaurante que hace alucinar a Chicote: "Cada uno hace lo que le sale de los huevos".
Pero lo que sin duda deja sin palabras a Chicote es la visita de dos muñecos que pretenden ser Bad Bunny y Daddy Yankee. En medio de un auténtico caos de servicio, comienza la 'hora loca' del restaurante que deja sin palabras a Chicote.
Como los propios trabajadores indican, el show debe continuar, y presumen de show levantando a sus comensales de la silla para bailar... Aunque les dejen sin comer. De esta guisa se plantan Jorge, disfrazado como cabezudo de Bad Bunny y Patricia, disfrazada de Daddy Yankee.
Este es el concepto de 'hora loca' que tienen los propietarios del restaurante. La respuesta a sus problemas cuando los clientes no están satisfechos... ¿les funciona?
El dueño abandona el restaurante para ver Pesadilla en la cocina
En Pesadilla en la cocina hemos vivido muchos abandonos durante estas nueve temporadas de programa, pero el equipo nunca había vivido esta situación.
Durante el segundo servicio del restaurante en el programa, una discusión con sus empleados provoca que Jorge pierda la paciencia y abandone el servicio... ¡para ver Pesadilla en la cocina!
Así encuentra Chicote al dueño de 'Tradiciones peruanas' durante el servicio, viendo el programa del que está siendo protagonista en esta ocasión para despejarse de sus problemas. "Soy muy fan de "Pesadilla" desde hace tres meses, pero prefiero verlo por la tele que aguantarlo en persona" es la respuesta de Jorge cuando las cámaras le pillan en su "guarida". La respuesta de Chicote es tajante: "¡Ponte a currar!"
Sin duda, este restaurante peruano de Majadahonda se lo ha puesto difícil a Chicote, que trata de encauzar el negocio por buen camino ofreciendo una nueva carta en la que el tamaño de los platos no haga alucinar a sus clientes.
Manteniendo la esencia peruana y apostando por los platos típicos de su gran gastronomía, Chicote apuesta por una carta mucho más relajada que acompañe la fusión con lo tradicional. El menú peruano de Alberto Chicote para 'Tradiciones peruanas' en Majadahonda gusta a los empleado del restaurante que se lanzan a probar los platos en cuanto el chef da el pistoletazo de salida.