CONTROL EN BARAJAS
"Este bote lleva un doble fondo para esconder la sustancia"
En Madrid, la policía acude al Aeropuerto de Barajas para controlar el posible tráfico de drogas. Regulan, principalmente, los vuelos procedentes de África y Latinoamérica, en cuyas rutas, conocidas como ‘Rutas Calientes’, se erige un notable tráfico de drogas.
Comienzan con el control de un vuelo procedente de Santo Domingo.
Una mujer levanta sospechas porque ha viajado en diversas ocasiones a su país de origen. La retienen para investigarla más a fondo. Esta explica que sus continuos viajes se deben a motivos personales, y que los puede pagar por un premio recibido en la Bonoloto.
Otra regulación se efectúa, esta vez, en un vuelo procedente de Bogotá (Colombia). Retienen a un hombre que dice dirigirse a Zaragoza e inspeccionan sus maletas. Extraen la ropa y la examinan con precisión. Sospechan que pueda albergar algún tipo de estupefaciente.
Del mismo vuelo retienen a una mujer. Registran sus maletas de las que sacan varios botes de champú.
Una táctica con la que habitualmente importan droga consiste en camuflarla en el interior de los botes. En la parte inferior aíslan la cocaína, y por encima vierten el líquido del champú. Una vez introducida en el país, la descomponen, aumentando su peso.