Madrid: Mezcolanza de contrastes
En el madrileño barrio de Salamanca visitamos un piso de 260 m2 que no deja indiferente a nadie. Entre su elegancia y originalidad, destacamos los contrastes más insólitos: desde una cama en el vestíbulo a un viejo somier de muelles como objeto decorativo.
En el madrileño barrio de Salamanca visitamos un piso de 260 m2 que no deja indiferente a nadie. Entre su elegancia y originalidad, destacamos los contrastes más insólitos: desde una cama en el vestíbulo a un viejo somier de muelles como objeto decorativo.