"Los pamploneses compramos al Arzobispado un bien que era nuestro"
Según Pascual Larumbe, miembro de la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro, el Ayuntamiento de Pamplona tenía plena constancia de que el Albergue de Peregrinos era suyo hasta que, el día que se propuso reformarlo, descubrió que la Iglesia no había inmatriculado por sopresa a su nombre.