Más de 20 delitos, 40 prisiones y 19 fugas: así ha sido la vida de Miguel Montes Neiro, el preso más antiguo de España

Francisco Miguel Montes Neiro es conocido por ser la persona que más tiempo ha pasado en una cárcel en España, concretamente, el granadino estuvo 36 años entre rejas, exceptuando las diversas fugas que protagonizó durante su vida en prisión.

Aunque la primera detención de este español fue cuando tenía 16 años tras acusarle de robar en un quiosco, su historia comenzó el 7 de octubre de 1976 en un calabozo del cuartel de Ceuta en el que prestaba servicio como legionario cuando con 26 años le volvieron a acusar de robo, este vez, de un fusil.

Un hecho que propició que desertase del Ejército y que originó que le llevaran preso, iniciando una leyenda que se ha convertido en historia de España y que terminó en 2012 con el indulto del Gobierno. Durante este periodo pasaron más de 36 años en los que Miguel Montes Neiro pisó todas las cárceles de España, salvo la asturiana Villabona.

Pero Montes Neiro no sólo es conocido por ser el preso que más tiempo ha pasado encarcelado en España, sino que, además, el español protagonizó diversas fugas que dejaron en evidencia a los funcionarios, a los que él llama "carceleros", consiguiendo arañar casi 1.400 días de libertad. Como él mismo ha reconocido, los hospitales eran los lugares más fáciles para iniciarlas porque disminuía la vigilancia sobre él, lo más difícil, sin duda, era conseguir llegar hasta ellos.

Después de casarse durante uno de sus momentos de libertad, el español ha visto desde la cárcel cómo sus hijos e, incluso, sus nietos han ido creciendo lejos de él hasta que el 20 de enero de 2012 consiguió el indulto por parte del Consejo de Ministros tras llevar años luchando, llegando a estar en huelga de hambre y enviando cartas a los jueces, por terminar con una pena causada por una veintena de causas, ninguna de ellas de sangre.

El 15 de febrero de 2012, un mes después de la decisión del Gobierno, con 62 años Montes Neiro logró salir de la prisión de Albolote, en Granada. Desde entonces, el español ha podido disfrutar de su familia y realizar detalles que nunca había podido hacer como votar en las elecciones andaluzas o tener DNI.