EN XÀBIA
Franquismo en primera línea de playa hasta 2049
El ministro franquista Mariano Navarro Rubio se hizo un chalé en Xábia, casi sobre el mar, en unos terrenos que compró por 10.000 pesetas. Una mansión que ha resistido dos leyes de costas. Una mansión que, según ha podido saber laSexta columna, tiene fecha límite de derribo: 2049.
Era 1959 en el cine triunfaban ‘Las chicas de la Cruz Roja’, Fraga estaba a punto de inventarse el famoso "Spain is different" y los tecnócratas aprobaban el Plan de Estabilización. Uno de esos ministros tecnócratas era Mariano Navarro Rubio, titular de Hacienda.
El todopoderoso ministro, que acabaría cayendo por el caso Matesa, se encaprichó de una parcelita en Xàbia. Nada, poca cosa, 7.000 metros cuadrados a pie de mar, que el Ayuntamiento le vendió por 10.000 pesetas.
Cinco años después, en 1964, se construyó una casa. Un chalé que se ha convertido en uno de los símbolos de la destrucción de la costa y, a la vez, ejemplifica muy bien las prebendas de las que disfrutaron los prohombres de la dictadura: una mansión en primera línea de playa, sobre unas ruinas romanas, y en una parcela comprada por dos duros.
La vivienda, que incumple la Ley de Costas, sigue en pie gracias a una concesión pública otorgada por el Gobierno. En los últimos años varios diputados han pedido en el Congreso información sobre la vivienda pero los detalles de la concesión siguen sin hacerse públicos.
laSexta columna ha tenido acceso a información relativa a esa concesión y la vivienda tiene fecha de caducidad: 2.049. Es decir, le quedan 30 años.
Según fuentes del ministerio de Transición Ecológica, el expediente del chalé del ministro se basa en la disposición transitoria 1ª la ley de Costas de 1988 que establece que “los propietarios por sentencia judicial de espacios que pasan a ser dominio público tienen derecho a una compensación en forma de concesión, sin lugar a ninguna indemnización económica”.
Al amparo de esa disposición transitoria, en 1989 se le concedió a la familia de Navarro rubio una prórroga de 30 años, ampliable a otros 30. Esa doble prórroga, recuerdan desde el departamento que dirige Teresa Ribera, no es prorrogable y termina en 2.049, año en el que la vivienda del exministro franquista deberá ser derribada.
En el ministerio recuerdan que, ante este tipo de concesiones, “no cabe la posibilidad de que la Administración Pública se niegue a reconocer los derechos a quienes seantitulares de los mismos. La concesión es obligatoria (no discrecional) por 30 años prorrogables por otros 30”.
No tendría, por tanto, nada que ver con las prórroga concedidas a partir de 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy y que han permitido, por ejemplo, que siga abierta la papelera de ENCE.