SU DESENCUENTRO CON ZAPATERO FUE PROGRESIVO

José Bono, el ministro que retiró las tropas españolas de Irak

Hijo de falangista, José Bono Martínez iba para cura, pero decidió entrar en política,  y lo hizo  joven, en unos años, "hacer política" podía costarle la vida. "Yo entré en política cuando no tenía cerca ser ministro, ni ser alcalde, ni ser presidente autonómico, lo único que tenía cerca era la cárcel por ser socialista y por luchar contra Franco", afirmaba el manchego.

Creció de la mano de Tierno Galván. Testigo del 23F, pronto se convertiría en presidente de su comunidad autónoma, de Castilla-La Mancha, y lo haría durante 6 legislaturas consecutivas, y con mayoría absoluta. Su secreto: "Ser cercanos".

Con Felipe González asediado por escándalos como los 'GAL', comienzan los rumores. "Yo no me postulo para esa carrera sucesoria, si alguna papeleta me toca, se la regalo a cualquier competidor". Pero la papeleta se la guardó. Años después, quiso ser presidente del Gobierno y en las primarias a la Secretaría General del PSOE del 2000, jugó. "Quise ser presidente del Gobierno pero fíjate, me ganó ZP".

Y fue Zapatero quien le ofreció la cartera de ministro de Defensa. Desde el principio, marcó la diferencia. Su primera misión, una promesa electoral, salir de Irak. Además, apoyó a Zapatero en el diálogo con ETA, pero la fractura entre presidente y ministro llegó, y lo hizo en plena negociación del  Estatuto catalán.

El 7 de abril de 2006, hace pública su dimisión. "Abandono la actividad política para dedicarme sobre todo a mi familia". Pero Bono quiso escribir un nuevo capítulo en su vida, pronto retoma la primera línea de la política,  y esta vez, como presidente del Congreso.

Claro, “prefiero entenderme con el PP que con Cayo Lara", José Bono habla sin tapujos. Diciendo lo que piensa: "Y siempre he procurado decir lo que pensaba, y no he pedido permiso a nadie, porque si no, no me hubiera merecido la pena la política".

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