Capítulo 3 'Bárbara y Ángel'

Bárbara Rey relata el infierno de malos tratos y vejaciones en que se convirtió su matrimonio con Ángel Cristo

Ángel Cristo llegó a la vida de Bárbara en un momento muy vulnerable de la actriz después de relaciones con hombres que nunca llegaron a valorarla y ella lo dejó todo por él. 'Una vida Bárbara' revive el traumático episodio de su vida.

En breve

La reciente serie de ATRESplayer PREMIUM 'Cristo y Rey'se centraba en contar las luces y las sombras de la relación de la actriz más deseada de España, Bárbara Rey, y el mejor domador del mundo, Ángel Cristo. Ahora, 'Una vida Bárbara' se adentra en la historia real contada por su protagonista.

El capítulo 3 'Bárbara y Ángel' se adentra en los años más traumáticos de la vida de la vedette cuando su maravillosa historia de amor y su idílico matrimonio se transformaron en la peor pesadilla. Bárbara Rey decidió dejarlo todo por el circo tras conocer a Ángel Cristo y después de un fugaz noviazgo de dos meses cuando decidieron casarse.

Casi tan rápido como fue el inicio de la relación fue la transformación de Ángel en una persona celosa y desconfiada que pronto le dio la primera bofetada, después de haber anulado a la mujer atractiva y poderosa que poco antes arrasaba con lo que se le pusiera por delante.

Los golpes y las palizas se convirtieron en algo continuo y el miedo de la actriz creció después del nacimiento de sus hijos, Sofía y Ángel. Ellos también ofrecen su testimonio en la docuserie y cuentan los terribles momentos en los que temieron por la vida de su madre.

Las adicciones y las infidelidades de Cristo eran una constante y después de unos años, Bárbara respira aliviada la primera vez que él le dice que quiere el divorcio. Firmaron un acuerdo de separación que no se materializó en la firma del divorcio hasta más de diez años después. De hecho, durante la separación él sigue entrando cuando quiere en la vida y en la casa de la actriz para seguir haciéndole la vida imposible a ella y a sus hijos y llegando incluso al extremo de violar a Bárbara Rey.

El infierno no terminó hasta 1989 cuando Bárbara consiguió la sentencia de divorcio y cuando pudo por fin recuperar a sus hijos. Con la recuperación de su libertad, Rey buscó rehacer su vida personal y laboral.

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