Brian Cox encuentra a su personaje de 'Succession' en un cuadro de Goya del Museo del Prado

Tras el estreno del primer episodio de la cuarta temporada de 'Succession', Brian Cox está de gira de promoción de la serie que llegará a su fin en esta entrega, tal y como anunció el creador Jesse Armstrong. Durante su estancia en Madrid, además de atender a los medios, Cox ha tenido tiempo para visitar el Museo del Prado donde ha protagonizado una escena curiosa frente a una de las pinturas más conocidas de Goya. El protagonista de la serie se ha parado frente a la obra 'Saturno devorando a su hijos' y lo ha identificado con el protagonista de la serie, Logan Roy. "Este es el cuadro con el que me describen, a Logan Roy. Saturno devorando a sus hijos", ha dicho. "Es un poco duro", ha añadido.

La obra que se encuentra en el Museo del Prado data de 1820-1823 y pertenece a la serie de las Pinturas Negras de Francisco de Goya. La pintura representa al titán Crono, o Saturno según la mitología romana, devorando a uno de sus hijos como alegoría del paso del tiempo. Este acto de comerse a los hijos recién nacidos de Rea, su mujer, hace referencia al temor a ser destronado por uno de ellos.

Brian Cox encarna al patriarca de la multimillonaria familia dueña de uno de los mayores conglomerados de medios de Estados Unidos y la serie trata las complicadas relaciones familiares cuando se mezcla la familia y los negocios. Cox ha dicho que la comparación es dura, pero en la ficción su personaje es realmente despiadado con sus hijos Kendal (Jeremy Strong), Roman (Kieran Culkin) y Siobhan (Sarah Snook), a los que se refiere en esta última entrega como las ratas. La temporada 4 ha comenzado con la familia dividida después de la traición del empresario a sus hijos para poder vender su empresa al visionario sueco Lukas Matsson (Alexander Skarsgård) y con sus herederos perpetrando su venganza. Los tres hermanos han ganado una primera batalla, pero como se ha avanzado en el tráiler esto no ha hecho más que empezar porque Logan Roy será cualquier cosa, pero no buen perdedor.