Series de estreno

La primera parte de 'Enrique y Meghan' es una campaña de imagen centrada en la guerra de los medios contra Meghan Markle

Netflix ha estrenado la primera parte de la serie documental 'Enrique y Meghan', producida por la pareja a través de su empresa Archewell Productions, que abarca desde cómo se conocieron hasta el día de la boda.

En breve

Los tres primeros episodios de la serie documental 'Enrique y Meghan' están disponibles en Netflix desde el 8 de diciembre, los tres siguientes llegarán el 15 de diciembre. La docuserie se anunciaba como una gran revelación en la que los protagonistas contarían su historia mostrando material de su archivo privado y efectivamente hay lago de eso, pero también hay mucho de campaña de imagen y de ataque contra la prensa británica, más que contra la familia real aunque esto último pueda estar implícito. Habrá que ver si la segunda parte entra más en detalle.

La serie comienza después de que los duques de Sussex, Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, decidieran abandonar sus deberes reales y trasladarse con su familia a Estados Unidos. De hecho, las primeras imágenes que vemos son unos vídeos que ellos mismos se grabaron a modo de diario explicando cómo se sentían. Según explican, lo hacen siguiendo la recomendación de alguien cercano para que documenten lo que sienten en esos momentos. Cuesta pensar que no tuvieran ya en mente la idea del documental. Esas imágenes —en las que, por ejemplo, vemos a una Meghan informal en vaqueros y aparentemente recién salida de la ducha porque lleva una toalla a modo de turbante recogiendo el pelo— se intercalan con vídeos privados en los que se les ve con sus hijos y entrevistas personales tanto juntos, como por separado, además de entrevistas con los familiares y amigos más cercanos que fueron testigos de su relación. Unas entrevistas que aclaran que terminaron de grabarse en agosto de 2022, es decir que la reina Isabel II aún vivía. También se advierte al inicio que los miembros de la familia real no han querido participar, así únicamente se cuenta su versión.

'Enrique y Meghan' también tiene algo del contenido jugoso que se esperaba tras el tráiler y es que ellos mismos cuentan como se conocieron por Instagram a partir de una amiga común y cómo se gestó su primera cita en Londres a la que, por cierto, Enrique (más conocido como Harry) llegó tarde. Eso fue en julio de 2016, la conexión -según cuentan- fue inmediata y a partir de ahí comenzaron una relación secreta y a distancia con muchas videollamadas hasta que él la invita a acompañarle a Botswana y ella acepta arriesgándose tal y como ella misma reconoce porque únicamente se habían visto dos veces en persona. Después cuentan las dificultades para seguir viéndose a pesar de la distancia porque ella vivía y trabajaba en el rodaje de la serie ‘Suits’ en Toronto, mientras que él cumplía con sus obligaciones como miembro de la familia real británica. Durante todo el relato como telón de fondo está la figura de Diana de Gales y cómo sufrió ella pertenecer a la familia real, de la que Enrique habla como "el sistema", y también sobre como era la relación de los "royals" con la prensa. Para él, la presencia de los paparazzi es una realidad incómoda presente desde que recuerda y la docuserie repasa algunos de los titulares que protagonizó durante una juventud en la que trataba de lidiar con la pérdida de su madre. Además, sin dar nombre asegura que el acoso de los medios hizo que sus anteriores relaciones no llegasen a cuajar. Por eso para él era muy importante ocultar la relación el máximo tiempo posible hasta que ambos estuvieran seguros. Él sabía que cuando saliera a la luz comenzaría el acoso pero llega a decir que incluso él fue algo ingenuo con la posible reacción de los medios. Un día antes de que salte la exclusiva, el equipo de prensa les avisa y ellos deciden divertirse una última noche como "anónimos" en una fiesta de disfraces para pasar desapercibidos.

Se puede decir que los dos temas centrales que se tratan en estos primeros tres capítulos son el papel de los medios británicos y el racismo latente en un estado colonialista que aún hoy en día mantiene vestigios de ese sistema en la denominada Commonwealth. Tras conocerse la relación hay una primera fase en la que ella parece ser bien recibida tanto por los medios como por la población que ve en la llegada de Meghan Markle un soplo de aire fresco para una institución anclada en el pasado. Sin embargo, conforme comienza a crecer su popularidad los titulares de la prensa empiezan a ser más agresivos y ahí la docuserie empieza también a desvelar esa especie de acuerdo verbal que hay entre la familia real y los tabloides. En paralelo, varios testimonios hacen referencia al poso racista tras las informaciones que se referían al origen de Meghan Markle, hija de madre negra y padre blanco, y que aludían también a su clase social. Ya en la entrevista de Meghan y Harry con Oprah Winfrey comentaron que tras quedarse embarazada algún miembro de la familia real comentó el hecho de que su hijo sería mestizo.

A pesar de que en esta primera parte tanto Meghan como Enrique hablan de que solo ellos "conocen la verdad de lo que ha sucedido" o que su decisión fue "para proteger a su familia" porque no querían que "se repitiera la historia". Hasta el tercer episodios no hay grandes revelaciones más allá de mostrar su versión de los hechos frente a las historias que se difundieron sobre algunos familiares de Meghan Markle como su hermanastra o su padre cuando se acercaba el momento de la boda. Habrá que esperar a ver qué deparan los tres últimos episodios que llegarán a Netflix el próximo jueves 15 de diciembre.

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