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Sorpresa y enfado de los usuarios

La reacción de los usuarios de Netflix por la cuota a cuentas compartidas fuera del hogar va de la sorpresa a la cancelación

La noticia de que Netflix va a probar en tres países una nueva cuota para los titulares que comparten sus cuentas con usuarios ajenos al hogar ha caído como un jarro de agua fría entre los suscriptores afectados.

En breve

Netflix publicaba hace unos días en su blog un artículo sobre la prueba que la compañía va a implantar en Chile, Costa Rica y Perú para intentar acabar con las cuentas compartidas entre usuarios no convivientes. Si Netflix ha hecho este anuncio a modo de globo sonda para saber qué efectos tendría la medida aplicada en todo el mundo, ya puede ir olvidándose del tema porque la medida no ha sentado nada bien a los suscriptores.

Las reacciones que los usuarios de Netflix han compartido principalmente en las redes sociales han ido de la sorpresa y la indignación, al enfado y las amenazas de cancelación de la cuenta. Aunque la medida ha sorprendido, lo cierto es que el rumor de que este momento iba a llegar lleva ya varios años en los mentideros, pero no se había llegado a hacer efectivo hasta ahora. Muchas de las reacciones negativas a la medida se han agrupado en Twitter bajo el hashtag #chaoNetflix.

Otra cuestión es el hecho de la indignación y aquí tenemos que hablar de un problema de desinformación y también de falta de comunicación. La cuestión es que muchas personas optaban al hacerse la cuenta de Netflix por los dos tipos de suscripción más caros, el Estándar y el Premium que permiten utilizar la cuenta en más de un dispositivo, en concreto en 2 y 4, respectivamente. Los usuarios, sin leer la letra pequeña, se lo tomaron como una oportunidad para compartir las cuentas entre varios y repartir también el pago. Suele ser también habitual el intercambio de usuarios de diferentes plataformas, uno paga Netflix, otro HBO Max y otro Disney+ y se comparten las cuentas. La cuestión es que las condiciones del contrato, sí esas que nunca nadie (o muy poca gente) se ha leído, advierten de que el servicio y el contenido "no deben compartirse con personas que no sean miembros de su hogar". Uno de los muchos ejemplos es el siguiente tuit en el que un usuario asegura que tiene derecho a compartir la cuenta.

Hasta ahora, Netflix hacía la vista gorda con este incumplimiento del contrato pero qué ha cambiado para que haya tomado esta decisión. Pues bien, la compañía ha sido desde su irrupción la reina del contenido en 'streaming' con un catálogo ingente imposible de abarcar. La aparición de nuevas plataformas como Prime Video, Apple TV+, Disney+ o el desarrollo de HBO Max han aumentado la competencia y Netflix alega que necesita más ingresos para seguir manteniendo el nivel de producción.

La empresa no se caracteriza, precisamente, por la transparencia de sus datos económicos o de audiencia, pero sí sabemos que a finales de 2021 contaba con 221 millones de suscriptores en todo el mundo. A pesar de no saber cuántos de ellos comparten cuenta con dos o más usuarios, no se le escapa a nadie que Netflix considera que está perdiendo importantes ingresos por esa grieta. Muy lejos queda el tuit de Netflix de 2017 en que aseguraba que "el amor es compartir una contraseña" y es que ya se sabe que cuando se trata de dinero, el amor a veces queda en un segundo plano.

Concluimos, por lo tanto, que Netflix está en su completo derecho. Otra cosa es si las consecuencias de la medida serán peores que seguir haciendo la vista gorda y eso es lo que la compañía pretende valorar con esta prueba. Son muchos los comentarios de usuarios en redes sociales que consideran injusto el cobro, teniendo además en cuenta que tras la última subida de precio en 2021 es una de las suscripciones más caras. Y la mayoría están dispuestos a cancelar su suscripción y probar con otras plataformas.

Otro inconveniente del cobro de la cuota es cómo va a discernir la compañía entre los usuarios que se conectan desde otros hogares, es algo que se puede comprobar a través de la IP, y los usuarios legítimos que se conectan desde otro sitio porque viajan o porque disfrutan del contenido en segundas residencias. Con todo esto surgen varias incógnitas, la primera es si la medida pasará a ser global y la segunda es cómo se hará efectiva. ¿Se planteará la marca imponer multas a quienes no cumplan con el contrato? ¿Confiará en el buen hacer de sus usuarios para que paguen voluntariamente la cuota extra? Lo que está claro, a juzgar por lo visto en redes, es que si la medida se extiende, la compañía de Red Hastings va a tener que hacer mucha pedagogía.

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