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Tras cuatro años, han borrado esta app por sus prácticas poco transparentes
Los que tenemos a nuestro alrededor a muchos adeptos de Apple y su ecosistema de hardware y software, somos conscientes de la devoción que estos sienten por todo lo relacionado con la marca. Y cuando hablamos de iPhone e iOS, percibimos que este es un lugar inexpugnable y completamente seguro, lejos de hackers y desarrolladores que busquen aprovecharse de los usuarios de la App Store. Un mensaje, el de la seguridad de todo lo que rodea a Apple, que ha calado y mucho entre sus usuarios.
Pero nada más lejos de la realidad, ya que, aunque sabemos que Android no es precisamente el entorno más seguro del mercado, con la Play Store a la cabeza, en el caso de la App Store de Apple no es todo de color de rosa. Eso nos demuestran ahora, poniendo el ejemplo de una app que había estado cuatro años en la tienda de Apple, ejerciendo unas prácticas más que dudosas para con los usuarios de la tienda de los de Cupertino.
Apps de prácticas fraudulentas
Eso es lo que hemos conocido ahora gracias a un desarrollador llamado Kosta Elftheriou, que ha querido mostrar la realidad de algunas apps que se encuentran en la tienda de Apple, y que han estado disponibles durante años sin que nadie hiciera nada para evitar sus malas prácticas. Esta app se llamaba AmpME y debe servir de ejemplo de cómo algunas apps con prácticas dudosas también se pueden colar en la tienda de Apple. Lo que desvelaría que los controles de calidad de estas apps no serían tan férreos como nos habían contado estos años.
Esta app llevaba cuatro años en la tienda, había tenido más o menos 100.000 descargas, con 50.000 reseñas que arrojaban un resultado de 4.3 estrellas. Pues bien, esta app estaba centrada en ofrecer una interesante y práctica utilidad, como la de sincronizar la música que reproducimos con nuestros altavoces bluetooth, móviles u ordenadores portátiles y de sobremesa. Tras esta inofensiva propuesta se escondía en realidad una app destinada a vaciar nuestros bolsillos sin piedad. Porque para poder usarla era necesaria una suscripción de nada menos que 10 dólares a la semana, por tanto, el gasto sería de 520 dólares al año.
Un precio desorbitado para una app que nos ofrece esta funcionalidad. Pero lo peor no es que nos suscribamos a este servicio, algo que puedes hacer un mes y cancelar. Pero ahí está el problema, que es muy sencillo suscribirse a los servicios, pero extremadamente difícil cancelar las suscripciones. De ahí que sea realmente peligroso entrar en esta espiral, porque si no podemos cancelar fácilmente el servicio, lo normal es que más de un mes nos cobren mientras encontramos la manera de cancelar los pagos a este desarrollador.
Pero lo grave en este caso ya no solo es que se cuele una app en la App Store que realice estas prácticas, sino que además el 99% de esas 50.000 reseñas son falsas, con mensajes repetitivos y nombres de usuarios sin sentido y poco creíbles. La app ya ha sido borrara, pero según este desarrollador, y otras empresas de ciberseguridad, como conocimos hace poco, han alertado de que son varias las apps de este tipo que hay en la App Store. Lo que demuestra que el seguimiento que se hace de ellas no es tan férreo como nos ha prometido Apple.