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HOLA A LA ERA DEL FINTECH
En esto último, los bancos han visto cómo han tenido que sumarse a la carrera en vistas a la multitud de soluciones de terceros en torno a ayudarnos a gestionar nuestro dinero. Como en estas siete apps que suponen los mejores ejemplos del fintech:
Fintonic. Posiblemente, una de las más populares: sincroniza los movimientos de todas nuestras cuentas bancarias en un solo espacio y nos da una radiografía de nuestro estado financiero: patrones de gasto, alertas por cargos duplicados, capacidad de ahorro, sugerencias de productos financieros que pueden ajustarse a lo que requerimos…
Wealthfront. Un producto simple: inversión pasiva y automatizada. Tiene planes orientados a la jubilación, a la jubilación anticipada, a un año sabático, a estudios universitarios de pago, etc. La idea es que nos ayude a maximizar la rentabilidad de nuestros ahorros.
Indexa Capital. La misma idea anterior de inversión pasiva, pero en un producto desarrollado por españoles. Convierte cualquier suma de capital -mínimo 1.000 euros- en una cartera diversificada de fondos indexados. El nivel de riesgo asumido lo marca el propio cliente.
Goin es muy similar a las anteriores, pero pensada para menor nivel, para pequeñas sumas de dinero -como el ahorro de los más jóvenes- que quieren rentabilizarse con una interfaz sencilla y amigable incluso para los que no tienen conocimientos sobre finanzas e inversión.
Revolut. La plataforma de banca online que más se quiere acercar a los viajeros: su punto fuerte es la eliminación total de comisiones, incluso las de tipo de cambio. Funciona como un monedero virtual que recargar e incluye cuentas multidivisa, algo pensado en evitar pagos de más a quien se mueve entre varios países. También incluye la compra de criptodivisas.
Spendee es una app enfocada en ayudarnos a organizar nuestras finanzas personales. Podemos crear un presupuesto con nuestros ingresos mensuales e ir organizando los gastos que van surgiendo por tipos, así podemos ver a final de mes un informe con gráficas que nos ayudará a entender dónde hemos gastado más. Algo útil sobre todo para aquellos pequeños gastos que quizás hacemos de forma inconsciente sin caer en la cuenta de cuánto suponen agregados a final de mes.
Cospender. La solución para los pagos divididos entre amigos. Ideal para cenas, viajes, regalos colectivos… Los miembros se van añadiendo a cada grupo y las cuentas se van dividiendo para que cada uno sepa quién ha pagado y quién no, y a cuánto sale cada persona.