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MÁS PRIVADO
El navegador finalmente se plegará a los deseos de los anunciantes y no eliminará las cookies de terceros, aunque introducirá cambios para hacer más privadas y personales las sesiones.
Desde hace mucho tiempo hemos esperado con ganas el fin de las cookies de terceros en Google Chrome, de hecho, es algo que nos han ido anticipando los de Mountain View en los últimos años, ya que muchos han visto esta funcionalidad como la principal amenaza de seguridad para muchos usuarios. Y finalmente Google ha reculado, y ha dado marcha atrás en la eliminación de las cookies de terceros en Chrome, por una razón de peso, que tiene que ver con los propios anunciantes dentro de la aplicación de mensajería. Pues bien, ahora hemos conocido los nuevos planes de la compañía, que no pasan por su eliminación, pero sí por su renovación para hacerlas más privadas a gusto del usuario.
Digamos que en el último momento Google ha decidido cambiar de plan, y no acabar con las cookies de terceros totalmente. Y es que ha tenido razones de peso para ello, como consecuencia de las quejas de los anunciantes, que con razón han recriminado a Google que si acaba con las cookies será mucho más difícil llegar al cliente con la minuciosidad de la que disfrutaban hasta ahora. Obviamente esto se traduciría en menos ingresos para Google, y es evidente que no van a renunciar al que es su principal negocio.
Por eso lo que ahora ha anunciado Google es que las cookies seguirán ahí, pero que a cambio se introducirán novedades para que los usuarios puedan tomar sus propias decisiones cuando se trata de gestionar las cookies de terceros, lo que quiere decir que se estrenará un nuevo menú de configuración que permitirá darle a la experiencia de uso un perfil de cookies más adecuado para cada usuario.
Vamos, que, en lugar de acabar con las cookies, Google nos ofrecerá desactivarlas total o parcialmente en base a nuestras preferencias y siempre desde un nuevo menú de configuración que favorecerá esa nueva forma de interactuar con las cookies. De esta manera la posibilidad de acabar con las cookies y evitar que nos sigan será posible, pero siempre después de un proceso que para muchas personas puede llegar a ser molesto y engorroso.
Y es precisamente lo que parece que quiere Google, introducir las funciones que les exigen las autoridades para ser más transparentes en este caso, y por otro lado facilitar lo justo a los usuarios el acceso a esta configuración. Y estamos seguros que la mayoría de los que usan Chrome van a aceptar las cookies de terceros antes que meterse a configurar nada para evitarlo. Al final da la sensación de que poco o nada va a cambiar, salvo la aparición de estas nuevas funciones para personalizar la experiencia con las cookies, que sabemos que el 90% ni va a configurar en su día a día en el navegador.
No obstante, no es una decisión unilateral de Google, sino que ha sido consensuada con los reguladores, que tienen conocimiento de los cambios que está introduciendo Google en Chrome para mejorar la privacidad respecto del uso de cookies de terceros. Y es que muchos usuarios no se sienten cómodos al navegar en un navegador que abiertamente hace seguimiento de los movimientos de sus usuarios para poder proporcionar información específica sobre sus hábitos de cara a compartirlos con los anunciantes, que así pueden ofrecer los productos que necesita en cada momento el consumidor.
Ese es el objetivo de las cookies de terceros, la información que albergan sus datos referentes a los propios hábitos del consumidor, que seguirán analizándonos si no lo evitamos en esta nueva configuración que prepara el navegador. Al final tiene sentido que Google no renuncie a las cookies por completo, ya que esto implicaría pérdidas millonarias, y al final no olvidemos que el buscador es un negocio como otro cualquiera, que busca ser lo más rentable posible, a la vez que mejora la vida de los usuarios, aunque sea por el módico precio de nuestros datos de navegación.