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SIN ACCESO AL INICIO
Es uno de los errores más molestos que puede darnos el sistema operativo de Microsoft. Afortunadamente así puede evitarse.
El menú de inicio es esencial para tener una experiencia de usuario completa en Windows. Gracias a este, el acceso a cualquier ajuste o aplicación de nuestro equipo es mucho más rápido y sencillo. Aunque no suele ser habitual, es posible que no hayas perdido el acceso. Aunque siempre puedes solucionar el problema usando alguno de estos trucos.
Bien pinchando con el ratón en la barra de herramientas, o desde el teclado pulsando la tecla Windows, acceder a este menú es así de sencillo. Desde este completo menú, podemos llevar a cabo infinidad de acciones, de una forma rápida y sencilla. Perder este acceso directo sería devastador para la gran mayoría de usuarios acostumbrados a su uso. Si has perdido este pilar de la interfaz de Windows, así puedes solucionarlo.
Este menú se encuentra ubicado en la barra de tareas, uno de los lugares desde el cual podemos acceder a este. Una funcionalidad que no siempre está visible, ya que es un aspecto que puede personalizar el usuario. Una de las opciones de personalización es la de ocultar la barra de inicio cuando no se está haciendo uso de esta. Si por error la hemos activado, esto puede ser la causa de su desaparición.
La barra de inicio está estrechamente ligada al explorador de Windows, este es un proceso de sistema vinculado a la interfaz del gráfico del escritorio. Una de las causas de que el menú de inicio no aparezca o no cargue correctamente es un fallo en este. Solventarlo es de lo más sencillo, solo debemos reiniciarlo, lo que haremos de la siguiente forma.
Tras unos segundos, debería volver a aparecer. Puede que la pantalla se vaya a negro o parpadee, algo que es completamente normal. Si no funciona podemos optar por hacerlo manualmente. Para ello pulsa las teclas “Win y R” al mismo tiempo. De forma que abriremos el cuadro de ejecutar, donde debemos introducir explorer.exe y a continuación pulsa la tecla “intro”
Si ninguna de estas dos opciones soluciona el problema, es el momento de optar por una más drástica que implica restaurar el sistema. Lo que permite volver a un punto anterior de nuestro equipo. Para ello, es importante tener configurada esta opción previamente. Para ejecutarlo usaremos el comando “Win + S” y seguimos los siguientes pasos:
Sigue los pasos del asistente hasta completar el proceso. Esto no afectará a los documentos, ni aplicaciones instaladas, pero es probable que resuelva el problema.