Cómo escuchar los vídeos de YouTube con la pantalla del móvil apagada
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Su peso ha aumentado un 1.000 % en cuatro años
Las aplicaciones cada vez ocupan más espacio en tu ‘smartphone’, pero la memoria del móvil no solo no se incrementa con el tiempo, sino que va mermando poco a poco a base de actualizaciones del sistema operativo. Los terminales nuevos que salen al mercado tampoco tienen mucha más capacidad que sus predecesores. En el caso de los iPhone, es cierto que ahora el mínimo son 32 GB, frente a los 16 GB que se estilaban no hace mucho, pero sigue siendo insuficiente para resistir el preocupante sobrepeso de las ‘apps’.
Según un reciente estudio, el espacio total que requieren las diez aplicaciones más instaladas en el buque insignia de la manzana mordida ha pasado de 164 MB en 2013 a 1,9 GB en la actualidad. Doce veces más o, si lo prefieres, un aumento superior al 1.000 %. Facebook, Uber, Gmail, Snapchat, Spotify, Messenger, Google Maps, YouTube, Instagram y Netflix: las 'apps' que nos encantan han engordado; mientras tanto, los dispositivos siguen teniendo poco espacio para albergarlas. Cada vez nos quedamos sin hueco en el ‘smartphone’ más deprisa, y no parece que la situación tenga visos de mejorar.
La salud del ecosistema comenzó a tornarse verdaderamente preocupante a principios de 2015, cuando Apple decidió subir el tope de memoria que podían ocupar las ‘apps’ hasta los 4 GB. No han parado de coger kilos desde entonces. Y lo más curioso es que, tal y como puede verse en la siguiente gráfica, lo han ido haciendo en paralelo, como si ninguna se atreviera a romper la tendencia en uno u otro sentido.
Eso es solo el principio. Si echas un rápido vistazo a tu propio teléfono, verás que en realidad ocupan todavía más. El límite de Apple solo aplica a los gigas que se pueden descargar desde su tienda, la App Store. Después hay que sumar los datos que almacenan en tu dispositivo todos estos programas, auténticos devoradores de memoria.
Los enemigos número 1 del almacenamiento
En el top 10 de aplicaciones para iPhone, el crecimiento mínimo desde mayo de 2013 corresponde a Spotify, que ‘solo’ ha multiplicado por 6 su peso. En el extremo opuesto, Snapchat ocupa 50 veces más espacio en el terminal que hace cinco años (de 4 a 203 MB), Facebook (de 32 a 388 MB) se ha vuelto 12 veces más pesada (y no nos referimos a los insistentes correos que te manda ni a las publicaciones de tus contactos) y Gmail ha quintuplicado sus megas (de 41 a 197 MB).
Las dos primeras probablemente se han visto en la necesidad de engordar a causa de su enfrentamiento directo, que ha obligado a una y a otra a implementar funciones nuevas y pesadas para adelantar a su competidora. El caso de Gmail se debe a un rediseño de la ‘app’ para iPhone, aunque es más difícil justificar la necesidad de un cambio así en una herramienta de correo electrónico.
Los que sí tienen excusa son los juegos, que deben mejorar en gráficos y complejidad si quieren seguir estando entre los más populares. Por eso títulos famosos como Clash of Clans y Candy Crush Saga —de nuevo, contando solo la descarga desde la App Store— han pasado de 49 MB a 116 GB (más del doble) y de 48 a 223 GB (más del cuádruple), respectivamente. Una vez instalados y en marcha, pocos son los juegos que bajan de 1 GB.
Con esas cifras, es sencillo calcular lo fácil que se llena la memoria de un dispositivo hoy en día. Si aplicaciones omnipresentes en los móviles como Facebook o YouTube ocupan una media de 300 MB (que en la práctica son más) y los juegos suelen pasar del giga, bastaría con unas 30 ‘apps’ que ocuparan de media 500 MB para saturar un móvil de 16 GB (teniendo en cuenta que el sistema operativo ya se lleva un buen pellizco del espacio).
Según otro informe reciente, la media de aplicaciones instaladas en un ‘smartphone’ español (en este caso Android, pues es el claro dominador en nuestro país) es de 28, sin contar las que vienen de fábrica. Además, las redes sociales son de lejos las que más nos interesan (casi al 42 % de los usuarios), seguidas por las ‘apps’ de mapas (23,5 %) y los juegos (casi el 23 %).
El problema salta a la vista: ¿descargaríamos más si nos cupieran o ya tenemos todo lo que necesitamos? ¿Están dejando hueco los dominadores para los que tratan de abrirse paso o lo están acaparando todo? En cualquier caso, el sobrepeso de las aplicaciones más populares es una lacra que nadie parece dispuesto a erradicar. Ni los fabricantes aumentando la memoria de sus dispositivos ni los desarrolladores reduciendo el espacio que ocupan sus programas. Son los usuarios los que tienen que decidir, y cada vez más pronto, qué ‘apps’ utilizan de veras y cuáles abandonan sus ‘smartphones’.