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Nuevo terremoto en Mountain View por sus prácticas monopolistas. Es un hecho que Google no duda a la hora de aplastar a sus rivales con el objetivo de abarcar todo tipo de mercados. Y hoy nos hemos enterado de que Galaxy Store, la alternativa de Samsung a Google Play Store, lleva tiempo sufriendo un boicot por parte de Google que podríamos tildar casi de mafioso.
Y no exageramos. Más que nada porque una demanda antimonopolio presentada contra Google por una coalición de fiscales generales de 36 estados en EEUU afirma que el gigante con sede en Mountain View estuvo pagando a desarrolladores de aplicaciones para que no publicasen sus apps en la Galaxy Store de Samsung. De esta manera, Google Play tenía siempre más contenidos que su rival.
Recordemos que esta tienda de aplicaciones de Samsung viene preinstaladas en los teléfonos y tablets del fabricante coreano, por lo que la Galaxy cuenta con un nutrido grupo de usuarios que acceden a este servicio de forma habitual.
No es la primera vez que Google no duda en aplastar
Según la fuente de esta información, desde Google probaron todo tipo de técnicas para evitar que la Galaxy Store de Samsung tuviera éxito. Y es que, no solo intentaron pagar directamente a Samsung para que dejase de lado su tienda de aplicaciones con el objetivo de que Google Play fuera la clara dominadora. Si no que probaron todo tipo de sistemas muy poco bastante reprobables.
Y no solo eso, ya que el gigante de Internet aprovechó diferentes acuerdos económicos con varios OEM de Android - aprovechando el reparto de ingresos -, para crear prohibiciones como no poder preinstalar tiendas de aplicaciones que no fueran la propia Play Store. Además, el hecho de que Epic Games se fuera de la tienda de aplicaciones de Google para permitir la descarga directa de su juego a través de la web oficial de la compañía, además de estar disponible en la Galaxy Store, fue la guinda del pastel para la gran G.
En la denuncia indica que "Google se sintió profundamente amenazado cuando Samsung comenzó a renovar su propia tienda de aplicaciones, la Samsung Galaxy Store". Consideraban que era una amenaza real y tenían que eliminarla como fuera. Y, cuando vieron que el gigante coreano iba a continuar adelante con su propio servicio, la gran G no dudó en pasar a la acción.
Veremos cómo acaba este culebrón, pero Google va a tener que demostrar que todas estas acusaciones son falsas. Porque, de no ser así, su imagen va a quedar seriamente dañada. ¿El dinero? Independientemente de la multa, será calderilla para la compañía.