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LA ELECCIÓN CORRECTA
Aunque puede parecer que hacen lo mismo, tienen sus diferencias. Te contamos para qué sirve cada una de estas funciones.
Cuando hablamos de ahorrar energía con nuestros dispositivos se nos plantean varias opciones. En el caso de nuestros ordenadores la oferta es variada y dependiendo de la que seleccionemos el efecto puede ser muy distinto. A continuación, te explicamos las diferencias entre suspender o Hibernar nuestro PC, y en qué situaciones es conveniente su uso.
Aunque el efecto es el mismo aparentemente, lo cierto es que tiene sutiles diferencias. Cuando suspendemos o inviernos el equipo vemos que la pantalla de nuestro ordenador se apaga en ambos casos. Pero no ocurre lo mismo con otros componentes de nuestro ordenador, por lo que te vamos a explicar las diferencias entre ambos y cuando debemos hacer uso de una y otra función.
Comenzaremos explicando qué es el modo suspensión, cuando utilizamos esta función realmente lo que sucede es que nuestro ordenador entra en modo ahorro de energía, optimizando el uso de la misma. Aunque algunos procesos como la RAM siguen activos por lo que sigue necesitando de suministro de energía. Recordemos que la memoria RAM es la memoria temporal del equipo, donde se almacenan los datos y procedimientos que estamos usando en este preciso momento.
Al mantenerse activa, cuando sacamos el equipo de este estado, todos los procedimientos que estábamos ejecutando en el momento de la suspensión se reanudarán de una forma mucho más rápida. Pero esto implica que el consumo de batería es mayor que en otros casos. En el caso de quedarnos sin batería mientras está suspendido el equipo corremos el riesgo de perder todos los datos que los que disponía la RAM.
Cuando hibernamos el ordenador,se preserva el estado actual del equipo en el momento que la ejecutamos pero apaga todas las funciones de nuestro ordenador. Esto es gracias a que, el sistema hace una copia del contenido de la memoria RAM en el momento de la hibernación. Así como de todos los datos, las aplicaciones abiertas y los procesos que se estén ejecutando. De manera que al volver a iniciar el equipo lo haremos en el mismo punto y circunstancias en las que lo hibernamos. De manera que con toda seguridad podemos desenchufar el equipo o si se queda sin baterías no perderemos nada. El proceso es algo más lento que cuando lo suspendemos, pues depende de las apps que tengamos abiertas y el contenido de la RAM puede tardar varios minutos en completar el proceso. Cuando volvamos a iniciar, lo haremos normalmente y de forma casi inmediata volveremos al mismo estado.
De modo que dependiendo del tiempo que necesitemos que este nuestro equipo fuera de servicio y de nuestras necesidades optamos por una y otra opción. En el caso de que sea por un corto espacio de tiempo, en el que necesitamos dejar fuera de servicio el equipo, sin peligro de falta de suministro, lo más recomendable es suspender el equipo de modo que nadie podrá ver el contenido de nuestra pantalla mientras no estamos. Si necesitamos tener un respaldo en el caso de desenchufar el equipo o que se quede sin batería. Y esto sucede durante largos periodos de tiempo, lo más recomendable es sin duda alguna la hibernación.