ELIGE CUÁNDO USAR TUS TARJETAS

Por qué deberías "apagar" tus tarjetas bancarias desde el móvil

Proteger tus cuentas corrientes es más sencillo si aprendes a apagar las tarjetas bancarias. Algo cada vez más accesible en multitud de bancos.

Pagando en InternetPhoto by rupixen.com on Unsplash

La banca electrónica ha traído consigo una gran variedad de ventajas. Desde poder consultar nuestro saldo y movimientos sin acudir a las oficinas de nuestro banco hasta realizar cualquier tipo de operación desde cualquier lugar a cualquier hora del día. Pero además incluye una función de los más interesante que consiste en apagar nuestras tarjetas bancarias.

Apaga tus tarjetas de crédito

Pagar con nuestro teléfono móvil o nuestro reloj es una realidad. Gracias a la tecnología NFC simplemente arrimando el móvil o el reloj al TPV podemos realizar nuestros pagos cómodamente sin tener que hacer uso de la tarjeta física. Así como introducir la numeración de nuestra tarjeta como método de pago en cualquier web. Pero esto tiene una serie de peligros. Ya no es necesario acceder a la tarjeta física para clonarla para que puedan realizar cargos en nuestra cuenta.

El localizador en forma de tarjeta | Seinxon

Aunque los métodos de pago son muy seguros cabe la posibilidad de que alguien pueda hacerse con los datos de las mismas e intente hacerse cargo. Por lo que siempre hay que activar la identificación en dos pasos y la confirmación de los pagos, ya sea a través de una clave instantánea o por nuestra parte haciendo uso de cualquier tipo de identificación válida. Es por ello que esta opción que encontramos en la mayoría de las app y páginas web de los servicios financieros es de lo más interesante. Esta permite desactivar nuestras tarjetas cuanto no estemos utilizándolas o cuando creemos que pueden haberse visto comprometidas.

De modo que nadie podrá realizar ningún cargo, ni nosotros mismos siempre y cuando no volvamos a activarlas. Algo que podemos hacer también cuando las hemos extraviado, ya que puede ser que las hayamos guardado en otra parte. Lo que nos ahorra ir al banco a anular la tarjeta, emitir una nueva y luego encontrarla. Por lo que, si la apagamos, nos da tiempo a encontrarla antes de realizar todas las gestiones necesarias para utilizarla. Así si la encontramos podemos seguir usando y si pasados unos días no hemos averiguado su paradero, es momento de cancelarla y hacer una nueva, con toda seguridad.

No hacemos el mismo uso de todas nuestras tarjetas, ya que algunas las usamos casi a diario y otras solo de vez en cuando, así que en esos casos no está de más utilizarlas de forma momentánea. De modo que, aunque alguien acceda a la numeración de la misma no podrá realizar compras. Lo que nos deja la opción de activarla para realizar nuestros pagos y volverla a desactivar una vez hemos terminado.

Este sencillo gesto nos ahorra infinidad de problemas. Estas pequeñas, aunque efectivas medidas de seguridad nos ayudan a controlar el uso de las tarjetas y evitar que sean utilizadas de forma indebida. Ya que su efecto es inmediato y no tenemos que esperar a que se activen y desactiven. Una medida que cada vez más bancos están implementando para mejorar el servicio y la seguridad de sus clientes.