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HA TOMADO EL TESTIGO DE LOS SMS

Por qué RCS no va a tumbar a WhatsApp (y qué podemos aprender de su fracaso)

Las 'telecos' han intentado hacerle la competencia a WhatsApp para retomar el control de los mensajes de los usuarios... y no.

RCSAgencias

Los últimos años en la tecnología son los del iPhone y Android, de la proliferación de smartphones y tablets, y en defintiiva, del impulso como nunca antes de las comunicaciones entre humanos.

En España, como en muchos otros países, el protagonista ha sido indudablemente WhatsApp, que ha tomado el testigo de los SMS y disparado el número de mensajes diarios intercambiados, tanto entre personas como a través de grupos.

¿Dónde está el problema? En que para las operadoras, el control se les ha ido de las manos. Antes eran las canalizadas de esas comunicaciones y ellas fijaban tarifas y eran las beneficiadas directas. Ahora, con aplicaciones como WhatsApp, son meras tuberías a través de las cuales circula la información, pero fuera de su control.

Los SMS pasaron a ser testimoniales o nulos que en todo caso quedan como reducto para notificaciones del banco y similares. Adiós a un jugosísimo negocio para las 'telecos', que a cambio empezaron a vender como churros tarifas planas de datos móviles.

Hola, RCS

Así las 'telecos', poco congratuladas con la idea de perder control y convertirse en meras cañerías de información entre usuarios y OTT’s (WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat…), se unieron en búsqueda de la evolución de los SMS que pudiese hacer frente a las aplicaciones de mensajería. El resultado: RCS (Rich Communication Services).

Este estándar está respaldado por las operadoras de todo el mundo, unidas a través de la GSMA, de Google, que lo va a integrar de forma nativa en Android, y de varios fabricantes de smartphones, como Sony, Samsung, LG o Huawei, entre otros.

Su teórica ventaja es que estará integrado en el sistema. Podrá enviar y recibir mensajes individuales o grupales, imágenes, vídeos, archivos… y también hacer videollamadas. Su nivel de seguridad es como el de los SMS: elevado para intrusos, abierto para las operadoras.

RCS | Agencias

Adiós, RCS

¿Qué ofrece RCS que no ofrezca WhatsApp, Messenger o iMessage? Prácticamente nada. E incluso alguna desventaja para los usuarios: WhatsApp ofrece cifrado de punto a punto por defecto, mientras que los SMS y RCS son susceptibles de ser visibles para las 'telecos'.

Lo bueno es que está integrado de forma nativa, algo que le da puntos por comodidad y ecosistema. Pero el hecho de que WhatsApp tenga 30 millones de usuarios en un país de 45 como España demuestra que puede ser problemático intentar hacer que el usuario se descargue decenas de aplicaciones (como pretenden los medios, una app por cada uno), pero no pasa nada por descargar una como WhatsApp.

RCS | Agencias

¿Alguien sigue dudando del futuro de RCS? Quizás el astuto lector se ha dado cuenta de algo: Apple no figura en la lista de compañías que apoyan este estándar, ni tiene pinta de que vaya a hacerlo.

Apple es la segunda compañía que más teléfonos vende del mundo por detrás de Samsung, y hay algo a tener en cuenta: su parque de teléfonos es mayor que su cuota de ventas porque los iPhone duran más, se heredan más, y es más difícil dejarlos olvidados en un cajón que el resto de marcas. Por cosas como esa el 75% de los adolescentes estadounidenses tienen un iPhone, la marca más cara del mercado en precio promedio.

Los RCS son el típico fruto de un diseño por comité, en el que ejecutivos que no terminan de entender cómo se comunican las personas y por qué escogen ciertas herramientas tratan de hacer frente a los ganadores de la industria. ¿Cómo? Pensando que los tiempos no han cambiado y que aún pueden tener el poder que tenían antaño.

El precedente

Y no es que no hayan tenido precedentes. Apple lanzó iMessage de forma integrada en los SMS hace unos años. En países como España, con mucho Android y SMS a veinte céntimos por el equivalente a un tuit, la cosa no cuaja de forma mayoritaria por razones obvias. Sin embargo, en Estados Unidos, donde los SMS son gratuitos desde hace mucho, fue una solución perfecta que además servía a Apple para que sus propios usuarios pudiesen discriminar a sus amigos con iPhone frente a sus amigos con otras marcas -porque sólo a los primeros podía enviarles más que mero texto-.

Pensar que sin contar con Apple y su iOS se puede conseguir revolucionar el estándar y lograr que se deje de usar WhatsApp en manada sólo puede acabar con un escenario: convertirse en el iMessage de Android para que las notificaciones de bancos, 'telecos', Seguridad Social y compañía sean más que mero texto.

Algo, en definitiva, poco atractivo para los usuarios, que ya ven en los SMS el equivalente a la bandeja de spam, pero muy seductor para los últimos responsables de las grandes empresas, que en lugar de integrarse sanamente en el servicio más usado (como BlaBlaCar y su perfil corporativo en WhatsApp) creen que con fotos y vídeos de autobombo en SMS / RCS van a ser vistos con mejores ojos por sus clientes.

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