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POR NO QUERER DAR DATOS
Un tribunal ruso ha decretado el bloqueo de la aplicación Telegram, creada precisamente por un ciudadano ruso, Pavel Durov, que ya abandonó el país hace unos años por las presiones gubernamentales que recibía para cerrar esta aplicación.
La historia viene de atrás. El Servicio Federal de Seguridad ruso quería acceder a los datos de los usuarios de Telegram, lo que incluía las claves de encriptación de los mensajes enviados y recibidos, a lo que la compañía se negó en rotundo precisamente para proteger a los ciudadanos del país que usan la aplicación.
Ante esta negativa, y hasta que Telegram no facilite dichas claves a las autoridades rusas, la aplicación queda prohibida en todo el territorio ruso, afectando a varios millones de usuarios que utilizaban la aplicación para comunicarse o enviarse archivos.
La comunidad crypto, preocupada
Uno de los principales targets de usuarios de Telegram en los últimos años han sido las empresas que han lanzado sus Ofertas Iniciales de Moneda (ICO en inglés) y cuya principal vía de comunicación con sus usuarios/compradores era Telegram.
Ahora, con este black-out, numerosas de estas empresas no están pudiendo acceder a los canales y grupos que habían creado, y otras han visto cómo el número de usuarios que estaban dentro de los grupos han descendido.
Telegram fue creada en el año 2013 por los hermanos Durov y ha sido continuamente acusada de favorecer las comunicaciones entre los miembros del autodenominado Estado Islámico.
Actualmente ha sobrepasado la cifra de los 200 millones de usuarios registrados y es firme competencia de la ya archiconocida Whatsapp, que usa un sistema muy similar de encriptado de la mensajería.