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EN KFC EL CLIENTE PUEDE PAGAR SONRIENDO

El voraz desarrollo del comercio electrónico en China: pago digital, códigos QR y sonrisas

El sistema de pago Alipay, desarrollado por el gigante chino Alibaba -que también tiene bajo su batuta al portal de ecommerce AliExpress-, se ha asociado con la cadena Kentucky Fried Chicken para lanzar una nueva funcionalidad. Desde ahora en los establecimientos chinos de KFC se podrá pagar sólo con sonreír a una cámara. Es sólo un ejemplo más del vertiginoso desarrollo del pago digital en el país.

Mujer china sonriendomissgeok en flickr cc

En la ciudad de Hangzhou, en China, los clientes de los restaurantes KPRO, pertenecientes a la cadena Kentucky Fried Chicken, sólo tienen que sonreír para pagar. El acuerdo al que ha llegado la compañía con Alipay, el sistema de pagos de Alibaba imperante en China, permite que una máquina presente en el local identifique al usuario mediante reconocimiento facial.

Esto, claro, a partir de una base de datos de sus usuarios asociada a su cara. Con ella, la máquina del restaurante reconoce el rostro del usuario y, si este sonríe, carga su pedido a su cuenta de Alipay. De esta forma, el usuario sólo tiene que verificar desde su móvil que la cuantía es correcta.

Evidentemente el sistema de reconocimiento facial está a prueba de maquillaje, caretas, fotografías y trucos varios. Así lo apuntan desde Alipay, que ha querido asegurarse de que su plataforma no se puede utilizar para cargar importes no deseados.

Cara china | hundrednorth en flickr cc

Lo cierto es que en China existe una cultura digital vertiginosa. Cientos de millones de personas han pasado de no tener móvil a tener un smartphone y a utilizarlo hasta el desgaste. La aplicación WeChat empezó siendo un equivalente a WhatsApp, pero a día de hoy es un conglomerado de funcionalidades que abarca los espacios de una red social tradicional, pagos P2P, comercio electrónico, reservas de hoteles, pagos en establecimientos físicos mediante un código QR... e incluso para ligar.

Otro ejemplo de la voracidad de esta cultura digital china es el comercio electrónico: absolutamente todo se puede adquirir a través de internet. Y se hace. Es cierto que aquí Amazon ha empezado a repartir alimentos frescos y a estas alturas un usuario no debería tener dificultades para obtener todo lo que necesite sin acudir a tiendas físicas, pero es que en las grandes ciudades de China, como Shanghái, son muchos los que no pisan una sola tienda.

Con los pagos digitales ocurre lo mismo: avanzan a una velocidad de vértigo. Más allá de la anécdota de KFC, Alipay tiene acuerdos con un enorme número de cadenas de restaurantes y establecimientos. La integración de su sistema es tal que en algunos locales el usuario sólo tiene que escanear un QR que aparece en la cuenta para pagar. Una vez escaneado el código, la cuenta –con toda la información que tiene impresa– aparece en la pantalla del móvil del usuario, éste la acepta y la cuantía se carga a su perfil.

El sistema de pagos que impera en China emplea códigos QR, en lugar de NFC u otras comunicaciones inalámbricas. Pero lo cierto es que mientras Estados Unidos y Europa llevan más de cinco años tratando de sacar adelante un sistema de pagos móviles –así como las empresas de estos países, entre Apple, Google, las operadoras y los bancos–, el país asiático ha adelantado por la derecha: con una tecnología más rudimentaria ya tiene una adopción enorme de estos servicios. Ahora podría saltarse el paso de tocar para pagar: basta con sonreír.

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