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¿QUÉ PODEMOS COMPARTIR EN LOS NUEVOS ESTADOS?
La llegada de los nuevos estados de WhatsApp desconcierta y enfada a muchos usuarios. Es una opción clonada de SnapChat. Hablamos con una de las usuarios más activas en la app del fantasma para que nos diga para qué demonios queremos esa nueva opción.
Los nuevos estados de WhatsApp te permiten colgar contenido efímero en formato foto o vídeo. Facebook clonó esa nueva opción de SnapChat primero en Instagram y hace muy poco en la app del logo verde.
¿Qué uso le podemos dar a los Status? ¿Se convertirá con ellos WhatsApp en otra red social más?
Lo cierto es que, al margen de hitos concretos, como subir un vídeo de buenos días, cantarle a un amigo ante la cámara su cumpleaños feliz o felicitar el año nuevo o la Navidad, no parece tener mucho más sentido. ¿O sí?
“Yo en mi perfil de SnapChat lo uso para crear pequeñas narrativas, historias efímeras que tienen un principio y un fin. Sacar ese contenido a otras plataformas no tiene mucho sentido”, nos explica Bolli, una de las personas más activas en SnapChat (BolliStuff).
Algunos de esos snaps son, como vemos en el vídeo inferior, historias como la de un entierro vikingo de una polilla.
Le preguntamos entonces para qué cree que servirán o para qué usarán los usuarios los nuevos estados de WhatsApp y la respuesta es tajante.
“Creo que la estrategia de Mark Zuckerberg es bastante cínica, pero inteligente; y no es otra que convertir el contenido efímero en algo vulgar. Quiere vulgarizar SnapChat, una app que ahora no es fácil de usar por muchos usuarios”, dice Bolli.
Asegura que ahora, SnapChat está en manos de millennials, no solo por la propia filosofía de su contenido perecedero, sino porque no es muy sencilla de utilizar.
“La llegada de los nuevos estados a WhatsApp hará que las madres y padres comiencen a usar los estados, con lo que SnapChat dejará de ser un reducto exclusivo de millennials”, añade.
También tiene la opinión es que una jugada clave de Facebook que lanzó esta función en WhatsApp días antes de la salida a Bolsa de SnapChat, en una estrategia de Zuckerberg de “clonar para matar”.
Solo hay que recordar lo que ocurrió con Instagram. La app de fotografía móvil, antes de caer en las manos de Facebook, solo se desplegaba en los teléfonos iPhone. La toma de control de Facebook hizo que fuera más masiva cuando incorporó el sistema operativo Android.
Entonces, muchos fotógrafos e instagramers se quejaron de que los perfiles de Instagram se llenarían de celebrities o usuarios que publicarían mucha basura.
Así, los nuevos estados de WhatsApp reabren de nuevo ese viejo debate que se enquista en lo tecnológico, pero también en otros ámbitos, si la tecnología o parte de ella debe llegar a todos los públicos, o ser algo exclusivo. Zuckerber, antes de que surja la respuesta idónea a la pregunta, ya la ha respondido.