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Por culpa del año que llevamos encima con la pandemia de coronavirus, no nos ha quedó más remedio que teletrabajar y, lo peor de todo, dejar de ver a familiares y amigos hasta que las medidas de confinamiento se relajaron bien entrado el verano. Ahora se repiten en muchos lugares del mundo esas misma medidas, lo que no hará sino multiplicar el uso de apps de videoconferencia como Zoom.
Y desde que en marzo comenzara esta crisis, la app de los de Eric Yuan ha sido la que más ha crecido y la que se ha convertido en referencia dentro del mercado, a pesar de los muchos problemas de seguridad que provocó al principio. Por suerte, todos esos agujeros se han ido cerrando en los últimos meses gracias a numerosos parches aunque uno de ellos, el más reciente, acaba de enviar a la historia un problema que ha causado estragos en muchas videollamadas.
Aunque antes una buena noticia: como andamos cerca de la celebración de "Acción de Gracias", que es tradicional en EE.UU y se celebrará el próximo jueves 26 de noviembre, desde Zoom han decidido eliminar el límite de 40 minutos para las cuentas gratuitas y a lo largo de esa jornada (hasta el 27) se podrán realizar videollamadas sin límite de tiempo. A familiares, amigos o a quien queramos.
Adiós a los intrusos desconocidos
Ese problema que antes decíamos que Zoom ha enviado a lo más profundo de un pozo es la posibilidad de que usuarios que no están invitados acaben entrando en nuestras videollamadas por lo que pueden, o bien reventarlas causando estragos con sus gamberradas (zoombombing), o bien espiar aquello de lo que estemos hablando. Algo especialmente sensible si se trata de una reunión de trabajo donde se debaten proyectos de futuro.
Es por eso que Zoom ha incorporado un nuevo control que detiene por completo la actividad de la reunión, pausa el vídeo, el sonido, las pizarras y los documentos que se están compartiendo, para permitirnos expulsar al intruso de una forma rápida y sin que se convierta en un espectáculo colectivo. Además, el organizador podrá reportar a ese usuario a los servidores de la aplicación para que quede constancia de lo sucedido, de cara a futuras apariciones del sujeto en otras charlas.
También es cierto que muchas veces el anfitrión no puede estar atento a lo que ocurre en la reunión por lo que necesita la ayuda de los demás participantes. Con la última actualización, cualquier miembro de esa videollamada puede reportar por privado la presencia de algún desconocido para que el organizador actúe en consecuencia y ponga en marcha esas medidas de expulsión inmediata.
Paralelamente, Zoom ha desarrolllado otra herramienta que será muy útil antes de acceder a una reunión, y es un rastreador capaz de vigilar dónde y cómo se comparten los enlaces a nuestras reuniones, activando una alerta si encuentra evidencias de que podemos encontrarnos con problemas. Básicamente la app analiza en cuántas webs o redes sociales se ha publicado ese enlace y avisa a los participantes, y al anfitrión, de una potencial amenaza de intrusión por parte de usuarios que no son objeto de esa invitación.