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EL CUERPO SIGUE INTACTO
Un equipo especializado realizó fotografías y radiografías que se estudiarán en Italia.
El sepulcro de Santa Teresa de Jesús, que la Orden del Carmelo Descalzo custodia en el municipio salmantino de Alba de Tormes, ha sido reabierto después de 110 años para hacer un estudio sobre la conservación de las reliquias que van a realizar un grupo de expertos italianos.
Representantes de la Diócesis de Salamanca, los Carmelitas y las Hijas de la Caridad han presenciado este miércoles, en la iglesia basílica de la Anunciación de las Madres Carmelitas de Alba de Tormes, la apertura del sepulcro, que servirá para comprobar el estado de conservación de los relicarios del corazón y el brazo depositados en este recinto, además de la mano, que ha sido trasladada en los últimos días desde Ronda (Málaga).
El prior de los Carmelitas de Alba y Salamanca, Miguel Ángel González, ha explicado que los trabajos de análisis durarán en principio hasta el sábado, con la esperanza de que mantengan un buen estado de conservación.
El equipo médico-científico procedente de Italia está encabezado por Luigi Capasso, quien cuenta con tres colaboradores para llevar a cabo los trabajos, especialmente para desplazar la pesada losa de mármol negro jaspeado que cubre el sepulcro, tras lo que han extraído la urna de plaza que contiene estas partes del cuerpo de Santa Teresa, según han explicado los Carmelitas.
El estudio será realizado en una estancia preparada para esta ocasión dentro del convento de clausura albense, hasta donde ha sido trasladado en procesión, mientras sonaba el canto Te Deum, que es el himno con el que los Carmenitas profesan su acción de gracias.
La urna ha sido abierta con las cuatro llaves que la blindan, tras lo que han comenzado los trabajos del equipo científico, junto a representantes de la Orden Carmelita.
La idea es que este estudio sea similar al realizado en 1991 con el sepulcro de San Juan de la Cruz, en Segovia, cuando se conmemoró el cuarto centenario de la muerte del religioso y escritor de Fontiveros (Ávila).
Estos trabajos han coincidido con la fecha en que se produjo la última apertura, un 28 de agosto de 1914, cuando la localidad de Alba de Tormes vivió un gran revuelo, motín incluido, al extenderse la idea de que los restos de la santa venerada en este lugar fueran trasladados de allí.
En aquel momento la apertura fue menos científica y más popular, ya que los restos fueron mostrados a los habitantes de este municipio para aplacar los nervios.