TecnoXplora» CienciaXplora

UN ESTUDIO ANALIZA LA SUPERVIVENCIA DE SUS RECEPTORES

¿Aceptarías un trasplante de un adicto?

Un nuevo estudio ha analizado las tasas de supervivencia de quienes recibieron trasplantes de corazón de adictos a diferentes drogas y los resultados no han sido los esperados.

CorazóniStock

De acuerdo con la Revista Española de Cardiología, en 2019 se realizaron 300 trasplantes de corazón en nuestro país para llegar a un total de 8.794 desde 1984. Con el tiempo lo que ha cambiado es que hay una tendencia a realizar menos trasplantes urgentes. De hecho, según la Fundación del corazón la lista de espera que tenemos en España es de las más cortas de Europa: unos 4 meses como media y 19 días si se trata de una intervención urgente. Pero este es un caso extraordinario. En Estados Unidos las listas de espera pueden pasar fácilmente de un año.

A 11 de marzo de 2020, 3.661 personas estaban en la lista de espera para un trasplante de corazón y 52 personas estaban en la lista de espera para un trasplante de corazón y pulmón, según la Actualización estadística de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares de la American Heart Association. El problema es que tienen corazones disponibles, pero los pacientes y algunos hospitales los rechazan por una razón: provienen de adictos a opiáceos, cocaína y otras sustancias. Y sus “dueños” han muerto de sobredosis.

Para averiguar si este temor tiene un fundamento científicos, dos investigaciones paralelas han abordado el tema. El primero de ellos, publicado en el Journal of the American Heart Association fue realizado por expertos de la Universidad de Wisconsin. Liderados por Ravi Dhingra, los expertos analizaron cuánta gente se beneficiaría si se aceptaran los corazones de donantes muertos por sobredosis. Y las cifras son muy importantes:

“Aproximadamente el 20% de los pacientes en la lista de espera de trasplante de corazón mueren mientras esperan recibir un trasplante o se enferman demasiado para seguir siendo buenos candidatos a trasplantes – explica Dhingra –. Esperamos que esto anime a los pacientes que están esperando trasplantes a aceptar corazones de donantes que tenían hepatitis C o que murieron debido a una sobredosis de drogas, si su equipo de atención médica encuentra que el corazón del donante es compatible”.

Esto quiere decir que mucha gente se beneficiaría pero…¿son seguros estos trasplantes? La mejor forma de saberlo es analizar la tasa de supervivencia de quienes los recibieron. Y eso es precisamente lo que se analizó en el segundo estudio, publicado en Circulation: Heart Failure. Liderado por David. A. Baran se trata del estudio más grande hasta la fecha en el que se examinó el uso de drogas ilícitas de los donantes de trasplantes de corazón, y el único análisis que ha examinado los datos de toxicología de los donantes obtenidos en la admisión al hospital. En total, más de 23.000 donantes. Los resultados mostraron que el porcentaje de pacientes que sobrevivieron a un trasplante de corazón cuyos donantes usaron opioides y aquellos cuyos donantes no lo hicieron fue de aproximadamente el 90% después de un año; alrededor del 77% a los cinco años y aproximadamente el 60% a los 10 años. La conclusión es que las tasas de supervivencia no se ven afectadas si el donante de órganos había usado drogas ilícitas o murió debido a una sobredosis.

“Esta investigación confirma los datos previos de que estos corazones, que alguna vez se consideraron de alto riesgo, son seguros – concluye Baran –. Estos hallazgos deberían alentar a las instituciones que no utilizan habitualmente corazones de consumidores de drogas a hacerlo. Reducirá el tiempo de espera y la cantidad de muertes entre las personas en la lista de espera para trasplantes de corazón. Pensamos que las drogas ilícitas como la cocaína o la metanfetamina, que pueden provocar ataques cardíacos, resultarían peligrosas. Sin embargo, nos equivocamos. No debemos rechazar un corazón de un donante solo porque usó una o más drogas ilícitas".

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...

Arrepentirse de tener hijos: No sólo te pasa a ti, es más común de lo que crees: