CIENCIA

El agujero de la capa de ozono ya no es un problema: cómo se ha solucionado

Este agujero fue detectado en la Antártida en 1985 y se prevé que pueda cerrarse entre 2040 y 2066.

Conocida como el escudo protector de la Tierra, la capa de ozono capta la radiación ultravioleta más peligrosa procedente del sol a una eficacia mayor que cualquiera de los guerreros y guerreras de los cómic. Pero, como ellos, tiene sus kryptonitas, es decir, elementos que la han debilitado en las últimas décadas poniendo en riesgo la vida del planeta.

Desde los 80, hemos escuchado que el ozono de la atmósfera se estaba reduciendo sobre la Antártida, debido a compuestos como los clorofluorocarbonos. Sin embargo, parece que dejará de ser un problema en pocos años.

La capa de ozono absorbe la radiación ultravioleta del sol, y si siguiera disminuyendo el clima cambiaría radicalmente. Los químicos presentes en productos como los desodorantes, los insecticidas y otros aerosoles eran un riesgo para este gas, y desde entonces se redujeron hasta casi desaparecer. Gracias a esto, la estratosfera se ha ido recuperando.

A este ritmo, entre 2040 y 2066 la capa de ozono volverá a niveles normales. Si no se hubieran prohibido esos químicos, los CFCs, ahora el agujero de la capa de ozono tendría una superficie un 40% más grande. Cada vez se han incluido más sustancias en la lista de químicos dañinos para la capa de ozono, y esto ha ayudado a que haya vuelto a niveles más seguros.

Aunque el agujero de la capa de ozono no es la única variable vinculada con el cambio climático, sí que está relacionado por el filtro que hace de la radiación solar. Ahora que este agujero es menor, las temperaturas medias globales han descendido 0,5 grados.