Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
NO HAY QUE PREOCUPARSE
Los menores entre 5 y 12 años son los más propensos a contagiarse.
El conocido como "virus de la bofetada" o parvovirus B19 está generando una oleada de contagios en España que ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias. Se trata de una enfermedad que afecta especialmente a los niños y se transmite por el contacto con secreciones.
Aunque en estos momentos hay cierta preocupación por la expansión que está habiendo, lo cierto es que hablamos una enfermedad viral de la que la mayoría de los niños se recuperan rápidamente y sin problemas.
Los primeros indicios de la enfermedad son los típicos de un refriado. Este virus se caracteriza porque produce fiebre, síntomas catarrales leves, malestar general y dolor de músculos y articulaciones durante los primeros días. Sin embargo, cuando la enfermedad está más avanzada, se produce una erupción de color rojo intenso en las mejillas como si hubiese recibido una bofetada. De ahí su nombre.
Habitualmente las lesiones duran una semana, aunque la erupción se puede reactivar por factores como el calor o la luz y durar más tiempo.
El contagio se provoca al hablar, toser o estornudar ya que ocurre mediante las gotitas de saliva que pueden emitirse. La persona contagiada puede transmitir la enfermedad durante la incubación, cuando apenas existe sintomatología o es muy difícil identificar los síntomas. El virus deja de ser contagioso cuando aparecen las primeras manifestaciones cutáneas o rojeces en la cara.
En cuanto al tratamiento, a pesar de lo alarmante que pueda parecer la enfermedad por las marcas que aparecen en la piel, los expertos destacan que dada su benignidad no suele precisar ningún tratamiento. Solo se recomienda no hacer mucho ejercicio y no exponerse al sol, pero no hay que tener mayor cuidado.
La mejor prevención, como en todo tipo de virus de estas características, es que se mantenga una correcta higiene de manos, no se compartan alimentos o bebidas, y que las personas con inmunodeficiencias, anemia hemolítica y mujeres embarazadas eviten el contacto con los casos.