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MUCHO CUIDADO
España se llena de medusas huevo frito, pero la buena noticia es que la picadura de estos invertebrados no es tóxica.
Con la llegada del verano y el calor, las llamadas medusas huevo frito han vuelto a llenar algunas playas españolas. Pero no como otros años, esta vez a lo grande.
Según el último informe del Servicio de Pesca y Acuicultura del Gobierno de Murcia, se han detectado "multitud de éfiras" de C. Tuberculata, la conocida como medusa huevo frito y, menos en uno de los siete puntos de muestreo, donde únicamente se localizaron dos, en el resto las cantidades iban de las 50 a las 500, mientras que en uno de los puntos la estimación fue de 1.000.
Además, este informe alerta de que "en estos días se está produciendo el pico más potente de nacimientos" de este tipo de medusa en el Mar Menor, y hablan de "millones de ejemplares en forma de éfiras y metaéfiras" (las fases tempranas en la vida de las medusas).
Estos invertebrados reciben su nombre por su apariencia: son de color amarillento y tienen una protuberancia naranja en el centro, lo que le hace parecer un huevo frito. Pueden llegar a medir hasta 30 centímetros y viven de dos a seis meses. El hecho de que se manifiesten se debe a la acción del hombre, al cambio climático y a la meteorología. A niveles generales, es verdad que las medusas han existido siempre, pero lo cierto es que cada año se dejan ver más pronto por las costas.
A pesar de que la picadura de una medusa resulta molesta e irritante, con incluso sensación de ardor en la piel, en este caso no es tóxica. Las recomendaciones son lavar la zona afectada con agua marina y no con agua dulce. Frotar la picadura con cebolla, vinagre, agua con bicarbonato, o incluso con orina suele aliviar la zona afectada, para después pasar al alcohol dos o tres veces al día durante tres días.