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SEGÚN UN ESTUDIO
Un nuevo informe concluye que el consumo regular de ultraprocesados puede aumentar el riesgo de sufrir depresión, diabetes de tipo 2 y problemas cardiacos, entre otras enfermedades.
Para comprenderlo de manera muy sencilla, podrían considerarse alimentos ultraprocesados todos aquellos que podemos encontrar en el supermercado listos para comer o calentar, bebidas azucaradas con gas o cereales azucarados. En definitiva: que no son naturales.
El concepto de alimentos ultraprocesados se refiere a aquellos productos alimenticios que han sido sometidos a múltiples procesos industriales que incluyen la adición de aditivos, colorantes, conservantes y otros ingredientes sintéticos.
Hoy en día convivimos a diario rodeados de estos alimentos. Están en todas partes y lo cierto es que son muy tentadores. Sin embargo, sabemos también que no son nada saludables. No porque lo digamos nosotros, sino porque se ha demostrado científicamente. Y es que ahora un nuevo estudio muestra que una mayor exposición a alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de 32 resultados perjudiciales para la salud, incluidos cáncer, afecciones cardíacas y pulmonares graves, trastornos de salud mental y muerte prematura.
Los resultados de esta investigación, publicados por The British Medical Journal, muestran que las dietas ricas en alimentos ultraprocesados pueden ser perjudiciales para muchos sistemas del cuerpo y subrayan la necesidad de medidas urgentes que se dirijan a reducir la exposición dietética a estos productos y comprendan mejor los mecanismos que los vinculan a la mala salud.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores han hecho el mayor análisis de pruebas hasta la fecha, con datos de diez millones de personas. Estos han hallado pruebas de que un mayor consumo de ultraprocesados se asocia con alrededor de un 50% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares, un 48-53% más de riesgo de ansiedad y trastornos mentales comunes, un 12% más de riesgo de diabetes tipo 2 y problemas de sueño, y un 22% más de riesgo de depresión.
En definitiva, los alimentos ultraprocesados dañan la salud y acortan la vida. Los autores del estudio apuntan que Naciones Unidas debería desarrollar una convención marco sobre alimentos ultraprocesados similar al del tabaco, y promueva ejemplos de mejores prácticas.