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ENFERMEDADES QUE DEPENDEN DE CENTÍMETROS
Puede condicionar las posibilidades de tener dolencias cardíacas, cáncer, afecciones en la piel o en los huesos.
Entre los condicionantes físicos vinculados a la salud, los más destacados en la literatura científica son el color de cabello y el de los ojos. Los pelirrojos, por ejemplo, representan solo entre el 1 y el 2 % de la población mundial, pero el 16 % de los melanomas se manifiestan en ellos según un estudiopublicado en 'Nature Communications'.
Esto se debería a que tener este color de cabello (sumado a las pecas) está vinculado a una variación genética específica que conduce a una tasa 42% más rápida de desarrollar mutaciones genéticas que causan cáncer de piel: es como tener 21 años adicionales de exposición al sol, según los autores.
Los pelirrojos también tienen mala suerte cuando se trata de dolor. Un estudio publicado en 'Journal of the American Dental Association', descubrió otra variación genética relacionada con los pelirrojos y su mayor resistencia a ciertos anestésicos. De hecho suelen necesitar una dosis más altas de anestesia debido a su forma de metabolizar ciertos fármacos.
A las personas rubias y las pelirrojas (también, lo siento) les resulta más fácil desarrollar degeneración macular asociada a la edad (DMAE) según un estudio publicado en 'Investigative Ophthalmology and Visual Science'. Los resultados del mismo no mostraron evidencia de un aumento en el riesgo de DMAE entre las personas con cabello más oscuro.
En cuanto al color de ojos, otra clave frecuente, se ha descubierto que las personas con ojos más claros también eran más proclives al cáncer de piel, una mayor incidencia de tuberculosis, infecciones, trastornos inmunológicos y eran más propensas a la depresión.
Relación entre altura y enfermedades
Pero ahora hay también otra variable que parece resultar condicionante para ciertas dolencias o trastornos: la altura. Ya sea alto o bajo, esta variación puede aumentar el riesgo de una variedad de enfermedades, según un nuevo estudiodirigido por Sridharan Raghavan, publicado en 'PLOS Genetics'.
La altura ha sido un factor asociado con múltiples afecciones comunes, que van desde enfermedades cardíacas hasta algunos tipos de tumores. Pero la realidad es que este vinculo podía deberse a la altura pero también a factores que afectan la altura, como la nutrición y el nivel socioeconómico.
En el estudio del equipo de Raghavan, los autores se propusieron eliminar estos factores al observar por separado las conexiones entre varias enfermedades y la altura real de una persona, y las conexiones con su altura prevista en función de su genética. El equipo utilizó datos del programa VA Million Veteran (creado por el Departamento de Veteranos de Guerra de Estados Unidos con el objetivo de analizar la salud) que incluía información genética y de salud de más de 250.000 adultos.
Los resultados confirmaron hallazgos previos. Por ejemplo, ser alto está relacionado con un mayor riesgo de fibrilación auricular y venas varicosas, y un menor riesgo de enfermedad coronaria, presión arterial alta y colesterol alto. El estudio también descubrió nuevas asociaciones entre una mayor altura y un mayor riesgo de neuropatía periférica, que es causada por daños en los nervios de las extremidades, así como infecciones de la piel y los huesos, como úlceras en las piernas y los pies.
La altura: un posible factor de riesgo en adultos
En general el estudio analizó más de 1.000 condiciones y características físicas y genéticas, lo que lo convierte en el estudio más grande de altura y enfermedad hasta la fecha. Los autores concluyen que la altura puede ser un factor de riesgo previamente no reconocido para varias afecciones comunes en adultos. Sin embargo, dicen que se necesitan más estudios para aclarar algunas de estas asociaciones, y que los estudios futuros se beneficiarían de incluir una población internacional más grande y diversa.
"Usando métodos genéticos aplicados al Programa VA Million Veteran – concluye Raghavan en un comunicado–, descubrimos evidencia de que la altura adulta puede afectar más de 100 rasgos clínicos, incluidas varias afecciones asociadas con malos resultados y calidad de vida: neuropatía periférica, úlceras en las extremidades inferiores y venas con insuficiencias crónicas. Concluimos que la altura puede ser un factor de riesgo no modificable no reconocido para varias afecciones comunes en adultos". La pregunta obvia es ¿qué considera como alto este estudio? Por encima del 1,76 m se considera alto para esta investigación.
Y finalmente un detalle. A pesar de que el estudio contó con una mayoría de hombres (el 91,6%) hubo detalles que destacaron en las mujeres: solo a ellas la altura les afecta a la posibilidad de tener asma y trastornos nerviosos periféricos no específicos, a mayor altura (por encima del 1,72 m), más posibilidades.
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