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LONGEVIDAD
Se están desarrollando investigaciones para ver si la exposición del cuerpo al frío puede tener impacto en la esperanza de vida.
Uno de los debates más recurrentes en redes sociales es el de si es mejor el invierno o el verano, si es mejor el frio, o si por el contario lo es el calor. Las opiniones están divididas, pero debates aparte, pasar frio no es especialmente agradable. Lo que sí es cierto es que el frío tiene más beneficios de lo que puede parecer.
Uno de los beneficios más importantes es nada y más y nada menos que el de hacer que nuestra vida se pueda alargar. Si bien es verdad que esta loca idea de que el frío pueda funcionar para tener una vida más longeva se ha sacado de unas pruebas con gusanos, actualmente se está estudiando si es posible extrapolarlos a los seres humanos.
Lo que más afecta al envejecimiento son los radicales libres, estas son células dañadas por contener proteínas defectuosas. Por lo tanto, la idea consiste en que, al exponerse al frío de forma prolongada, el organismo pasa por un proceso de limpieza de estas proteínas. De esta manera, si el cuerpo consigue eliminar esos elementos perjudiciales cuando la temperatura baja, la longevidad podría aumentar.
La cosa no queda ahí, ya que otro beneficio del frío es que puede reducir el riesgo de algunas enfermedades degenerativas. Esas proteínas dañadas suelen ser las culpables de este tipo de enfermedades, por lo que su eliminación también ayudaría a prevenir las enfermedades.
Cuando se habla de someter el cuerpo al frío no se quiere decir que tenga que ponerse al borde de la hipotermia, porque en temperaturas de frío extremo el cuerpo no funciona bien. Solo es necesario una pequeña diferencia de algunos grados para que este efecto se ponga en marcha. De hecho, se cree que la esperanza de vida actual es más alta debido a que la temperatura corporal es unas décimas más frías.