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NUMEROSAS INVESTIGACIONES
Se ha comprobado que las situaciones traumáticas alteran el ADN de las personas y lo transmiten a sus descendientes.
¿Sabías que las situaciones traumáticas pueden alterar el ADN de las personas? Puede que desconocieses este dato, pero se trata de algo muy curioso sobre lo que hemos querido investigar un poco más. En la película Bird Box Barcelona, cuyo estreno ha tenido lugar recientemente, sugieren que el ADN de aquellas personas inmunes a las criaturas de la película ha cambiado tras sufrir algún suceso fuerte, traumas o situaciones de pena continua pero, ¿hasta que punto es esto cierto en la vida real?
La realidad es que sí se ha podido demostrar que las situaciones traumáticas pueden alterar las marcas genéticas de las personas. Un ejemplo de ello es la hambruna que sufrió Holanda durante la Segunda Guerra Mundial. Esto provocó que los bebés que nacieron de las madres que habían pasado hambre en la última etapa del embarazo pesaban menos de lo normal. Lo contrario ocurría con los bebés cuyas madres habían pasado hambre en los primeros meses de embarazo: estos tendían a ser más obesos y más propensos al estrés y enfermedades cardíacas. Pero sin duda, lo más curioso de todo es que estos cambios en el ADN se transmitieron también a las siguientes generaciones.
Un estudio realizado por la psiquiatra y neurocientífica Rachel Yehuda, publicado en 1992, representa la investigación de referencia en este tema. El objetivo era encontrar una respuesta ante el aumento de demandantes de ayuda terapéutica entre los hijos de supervivientes del Holocausto. Estos sufrían de ansiedad y sensaciones negativas debido a la experiencia de sus padres. Pero hasta el momento se vinculaba con el comportamiento de estos últimos.
Sin embargo, Rachel Yehuda se preguntó si la causa era biológica. En su análisis demostró cómo a través de alteraciones epigenéticas el trauma psicofisiológico severo parental puede tener efectos intergeneracionales. Los hijos resultaron presentar las mismas anomalías hormonales que sus padres. Se trataba de la primera vez que esta teoría se comprobaba en humanos.
En 2018 se realizó otra investigación. Esta se centró en los niños que fueron sacados de Finlandia durante la Segunda Guerra Mundial. Se comprobó que, aquellas niñas que fueron adoptadas por familias suecas, cuando crecían, tenían un gran riesgo de hospitalización debido a enfermedades mentales, al contrario que sus hermanas que no habían sido evacuadas. Además, el estudio también demostró que estas niñas tenían muchas posibilidades de padecer trastornos.
Por último, en 2018 también se realizó otra investigación que descubrió lo siguiente: los hijos de soldados que habían luchado en la guerra morían muy jóvenes, al contrario que sus hermanos nacidos antes de la guerra.