Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
TE LO CONTAMOS
Puede ser grave y potencialmente mortal si no se trata rápidamente.
María Herranz, la joven gimnasta de 17 años fallecía este jueves a consecuencia de una meningitis, tal y como informó el ayuntamiento de Cabanillas del Campo (Guadalajara). "María nos ha dejado de forma súbita a causa de una terrible meningitis que se la ha llevado en apenas 24 horas", señalaba el comunicado del consistorio.
La meningitis es la inflamación de las meninges, unas membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Se trata de una enfermedad poco frecuente. Sin embargo, cuando aparece es potencialmente letal y puede provocar lesiones muy graves en el cerebro y en otros órganos. Además, su progresión es muy rápida.
Esta, tal y como explica Jorge Ángel, un enfermero conocido en redes sociales, puede ser producida por una bacteria o por virus, que son las más comunes. Sin embargo, también puede ser producida por hongos, protozoos, platelmintos (gusanos planos, como la tenia) o nematodos (gusanos). Además, pueden provocar meningitis algunos fármacos y sustancias, y ciertas enfermedades autoinmunes.
Al principio, los síntomas son parecidos a los de una gripe: dolor de cabeza, fiebre alta y vómitos. Sin embargo, conforme va progresando aparecen síntomas tales como malestar general, sensación de trancazo, rigidez en el cuello, confusión, dificultad para concentrarse, convulsiones, somnolencia, dificultad para caminar, fotosensibilidad, falta de apetito o sed y, en ocasiones, erupción cutánea.
La punción lumbar es la prueba que permite saber si el paciente sufre meningitis y determinar de qué tipo es. Para llevarla a cabo, se introduce una aguja en la parte baja de la espalda y se extrae líquido cefalorraquídeo, que es el que baña el encéfalo y la médula espinal.
El tratamiento depende totalmente de la causa. En el caso de las infecciones bacterianas, es precisa la administración de antibióticos intravenosos y, en ocasiones, corticoesteroides. En las víricas, sin embargo, en muchos casos la meningitis mejora por sí sola a lo largo de varias semanas. Mientras tanto, el tratamiento está destinado a combatir los síntomas con analgésicos, líquidos y reposo.
La meningitis es una enfermedad que aunque puede afectar a cualquier persona, es más común que se produzca en niños o en personas inmunodeprimidas, que tienen más riesgo de sufrir complicaciones fatales.