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ASTEROIDE 2013 GY7
El asteroide 2013 GY7, registrado por el Centro para los Estudios de Objetos Próximos a la Tierra perteneciente a la NASA, se aproximará el lunes 5 de octubre a la superficie terrestre a las 18:09, hora peninsular. Está previsto que el cuerpo se acerque a la Tierra unas 0,10 unidades astronómicas (aproximadamente 15 millones de kilómetros, una distancia relativamente corta en términos astronómicos) y a una velocidad de 17,73 km/s.
Este asteroide cuenta con un diámetro de entre 230 y 520 metros. Por tanto, se trata de un cuerpo que podría superar el tamaño de rascacielos tan famosos como el Empire State Building, de 381 metros de altura, o la Torre de Taipei, de 508 metros. Además, cuenta con una luminosidad de H=20,3 y puede acercarse a la órbita de la Tierra hasta una distancia de 0,03 unidades astronómicas, lo que lo convierte en un asteroide “potencialmente peligroso” según los parámetros de la NASA.
La agencia espacial estadounidense considera que un asteroide puede ser peligroso cuando tiene una luminosidad inferior a 22 y puede acercarse a la Tierra a menos de 0,05 unidades astronómicas. De este modo, el asteroide 2013 GY7 podría suponer una amenaza para nuestro planeta, según los estándares de la agencia estadounidense. Sin embargo, como asegura la propia NASA, las posibilidades de impacto contra la superficie terrestre son muy reducidas, prácticamente nulas.
Asteroide Apolo
Según el tipo de órbita que describan, los asteroides pueden clasificarse en tres tipos: asteroides Atón, Amor y Apolo. En este caso, el asteroide 2013 GY7 se trata de un asteroide Apolo.
Los asteroides Apolo son aquellos que describen una órbita cuyo semieje mayor, es mayor que el de la Tierra (1 unidad astronómica), es decir, la elipse que recorre alrededor del Sol, su trayectoria orbital, es mayor, y se cruza en algún momento con la órbita terrestre.
¿Podría colisionar con la Tierra?
Aunque el asteroide 2013 GY7 está considerado por la NASA como “potencialmente peligroso”, las posibilidades de impacto, como asegura la propia agencia espacial, son prácticamente nulas. La distancia mínima a la Tierra que podría llegar a alcanzar es de unos 15 millones de kilómetros.
Aunque recientemente tenemos constancia de muy pocos impactos de asteroides, lo cierto es que, según el Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona, nuestro planeta ha sufrido más de tres millones de cráteres de impacto de más de 1 km de diámetro, el más grande con más de 300 km. Por ese motivo, el Centro para los Estudios de Objetos Próximos a la Tierra vela por nuestra seguridad realizando un seguimiento continuo de todos los cuerpos que se aproximan a la Tierra.