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ASÍ SERÍA LA VIDA EN MARTE

La bacteria 'marciana' que vive en las profundidades de la Tierra

La bacteria Tepidibacillus decaturensis vive en unas condiciones muy similares a las que tenía Marte en el pasado, y que podrían seguir dándose bajo su superficie.

Aspecto de las RSL (Recurring Slope Lineae), surcos producidos por aguas supuestamente salinas, un hábitat ideal para las bacterias encontradas en la TierraNASA/JPL-Caltech/Univ. of Arizona.

Algunos seres vivos unicelulares, a pesar de su sencillez, pueden aguantar condiciones extremas para la vida tal y como la conocemos. Se llaman extremófilos y su sencillez hace que puedan existir en otros lugares del universo, incluidos algunos planetas y satélites del sistema solar.

Una nueva investigación sobre la bacteria Tepidibacillus decaturensis ha mostrado que tiene capacidades que aparentemente harían posible para ella vivir en Marte. Aquí, en la Tierra, este microorganismo se encuentra en aguas profundas y es tolerante al calor, a la sal y es capaz de vivir en escasez severa de oxígeno, condiciones que se dieron en algunas zonas de Marte y que se podrían dar actualmente en el subsuelo del planeta.

Según un artículo publicado recientemente, esta bacteria se alimenta reduciendo hierro y es de esta reacción química -redox- de la que obtiene la energía para vivir, algo similar a lo que hacemos nosotros al respirar aire y expulsar CO2.

El equipo de investigación contó con datos de perforaciones realizadas por el Midwest Geological Sequestration Consortium (MGSC) con el fin de evaluar ubicaciones donde almacenar carbón subterráneo para capturar los enormes volúmenes de CO2 emitidos por la industria. En dos de estas perforaciones recogieron aguas subterráneas entre 1,5 y 2,2 kilómetros de profundidad ricas en minerales de óxido de hierro, que también están presentes en gran parte de la superficie de Marte.

En un trabajo anterior del mismo autor, el equipo presentó el primer genoma secuenciado de Tepidibacillus decaturensis y ahora lo están analizando. En los mismos sondeos también encontraron otra bacteria reductora de hierro llamada Orenia metallireducens, la primera especie de este género que reduce el óxido de hierro férrico al ferroso.

La combinación de estas dos bacterias reductoras de hierro permitirá a los científicos llevar a cabo estudios comparativos de sus metabolismos, porque dos organismos dependientes del hierro en un entorno similar proporcionan valiosas comparaciones para entender cómo se comporta la vida en estos entornos profundos y hostiles.

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