Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
Con nuevos signos y modelos para estudiar la presencia de vida en otros planetas
La búsqueda de vida más allá de los confines de la Tierra es una tarea compleja y apasionante, que podría estar más cerca de ver resultados de lo que parece. Los científicos creen posible detectar signos de vida en planetas más allá del Sistema Solar a lo largo de la próxima década, pero conseguirlo va a requerir no solo de instrumentos muy avanzados, sino también de técnicas y metodologías sobre cuya fiabilidad exista consenso.
En busca de esos instrumentos, algunos de los investigadores de las distintas ramas de la ciencia involucradas en el estudio del espacio han trabajado juntos para elaborar seis ‘papers’ que acaban de publicarse en la revista ‘Astrobiology’ y que pretenden ser la hoja de ruta (o el manual de instrucciones) para la búsqueda de vida extraterrestre durante los próximos años.
En primer lugar, los artículos pretenden determinar qué señales son las que debemos buscar en los exoplanetas (que orbitan estrellas distintas a nuestro Sol) para llegar a la conclusión de que podrían albergar vida. Una de las claves son los gases que los seres vivos producen, como el oxígeno que crean las plantas y otros organismos fotosintéticos.
Sin embargo, las pistas pueden ser engañosas. Por eso los científicos también debaten las razones por las que, entre otras cosas, un planeta podría tener oxígeno sin la presencia de seres vivos. Además, buscan otros signos relevantes, como la luz que reflejan las hojas de los árboles o las algas en el mar, que pueden verse desde el espacio cuando se mira hacia la Tierra.
Desarrollar nuevos modelos para analizar la ingente cantidad de datos que recopilan los telescopios, única fuente de información de la que se dispone sobre los exoplanetas, también es fundamental, así como mejorar la propia tecnología de estos instrumentos que permiten escudriñar los rincones más lejanos del universo.
Harán falta observatorios tanto en la Tierra como en el propio espacio, que según vayan mejorando nos permitirán analizar mejor la composición de las atmósferas de los exoplanetas, las propiedades de sus superficies o los tamaños. Todo con un único objetivo: saber si estamos solos o, como parece lógico, hay vida más allá de este planeta.