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¿ESTAMOS PREPARADOS?

Cuantifican los daños millonarios que podría causar una tormenta solar

Una tormenta solar podría provocar daños en Reino Unido por valor de 16.000 millones de libras, según un reciente estudio de la Universidad de Oxford.

Tormenta solar NASA

Que el Sol escupa llamaradas es algo que sucede constantemente, pero que la Tierra se cruce en el camino de esos fogonazos y se produzcan daños relevantes es, afortunadamente, poco común. En países como España, el riesgo es muy bajo, pero en otros puntos del planeta (sobre todo en latitudes altas) ya conocen las consecuencias que puede acarrear una tormenta solar.

En marzo de 1989, una intensa tormenta solar provocó una caída de tensión en las redes de transporte eléctrico de Quebec (Canadá), dejando sin luz a seis millones de usuarios durante nueve horas. En octubre de 2003, otro evento de similares características, conocido como tormenta de Halloween, dejó sin suministro a miles de personas en Malmö (Suecia). Pero la eyección de masa coronal más potente que jamás se ha registrado tuvo lugar hace más tiempo, en 1859, y se conoce como evento Carrington por el astrónomo inglés que primero la observó.

Se estima probable que un evento como aquel suceda cada cien años, y ya han pasado muchos más, así que resulta de vital importancia vigilar la actividad del astro rey para anticiparse, ya que las redes eléctricas, el transporte aéreo y las comunicaciones por satélites podrían verse, en el peor de los casos, gravemente afectadas. El efecto dominó podría hacer que se vieran afectados los hogares, negocios e incluso infraestructuras críticas.

Un reciente análisis de investigadores de la Universidad de Oxford ha cuantificado el daño por vez primera. Según sus cálculos, una tormenta solar podría provocar daños en Reino Unido por valor de 16.000 millones de libras (casi 14.000 millones de euros) si no se predijera con el tiempo suficiente para tomar medidas preventivas y poner en marcha planes para mitigarlo.

Y lo más preocupante es que, según estos expertos, la capacidad para monitorizar y predecir estos eventos es claramente insuficiente, ya que muchos de los satélites que se emplean para monitorizar las eyecciones de masa coronal del Sol se acercan al final de sus vidas útiles.

Por eso, los investigadores de Oxford piden que se realice una considerable inversión en la mejora de estos sistemas, lo que permitiría incrementar el actual máximo de cuatro días para dar la alerta hasta una semana y obtener datos más exactos sobre el momento exacto en que la tormenta solar impactará en la Tierra, reduciendo la actual ventana de seis horas a cuatro.