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ORIGEN DE LA VIDA
Comprender el origen de la vida es una de las misiones más atractivas para la ciencia, y conforme se van conociendo nuevos resultados, es inevitable extrapolarlos a otros mundos.
¿La vida en nuestro planeta surgió de chiripa o fue algo inevitable? La clave está en la composición química de la Tierra primigenia y las condiciones físicas del lugar. Lo que está claro es que la vida tiene que proceder de algo no biológico, es decir, que la materia inorgánica se debió agrupar para formar materia orgánica, a partir de donde surgieron los primeros compuestos prebióticos y, finalmente, la vida. Este proceso se conoce como 'abiogénesis'.
Se da por hecho que la vida surgió en la Tierra y que no vino del exterior, por lo que cabe descartar la teoría de la panspermia. Sin embargo, si la vida hubiese llegado a la Tierra a bordo de meteoritos o cometas, el origen de la vida únicamente se trasladaría de un lugar a otro y se podría aplicar el mismo método para averiguar su origen.
Pues bien, en una nueva investigación publicada en 'PNAS' se ha analizado la capacidad del conjunto físico-químico de la Tierra primigenia para formar materia autorreplicante. Para ello se simuló informáticamente un sistema cerrado que contenía una 'sopa' de 25 productos químicos similares a lo que pudieron existir en nuestro planeta antes de que apareciese la vida.
Se comprobó que si un agente externo calentara la 'sopa', por ejemplo una chimenea hidrotermal, los productos químicos disiparían ese calor aumentando el desorden del sistema de acuerdo a las leyes de la termodinámica. Sin embargo, bajo ciertas condiciones físicas, estos productos químicos podrían utilizar la energía aplicada para autoorganizarse y provocar unas reacciones químicas encaminadas a una autorreplicación.
Algo muy similar sucede en la biología: la energía química se consume en las células e impulsa los procesos metabólicos que sustentan la vida. Pero claro, no es lo mismo encontrar cualidades similares a la vida en una sopa química 'in silico' que en la propia materia viva. Esta investigación lo que ha mostrado es cómo la química puede llegar a autoorganizarse bajo ciertos parámetros físicos y avanzar hacia una autorreplicación, pero sin llegar a adentrarse en el tema de cómo la vida surge de lo inerte.
Además, estas simulaciones no tienen en cuenta la adaptación al medio ambiente ni el papel de la reproducción de información, factores que identifican la vida tal y como la conocemos.
Entonces, volviendo a la pregunta inicial: ¿La vida en nuestro planeta surgió de chiripa o fue algo inevitable? Como hemos dicho más arriba, suponiendo que no viniera de fuera, la vida en la Tierra tiene mucho de azaroso. Eso sí, por mucho azar que hubiese debía de haber unas condiciones físicas y químicas sin las cuales la vida hubiera sido imposible.