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EN EL COMETA VERDE LOVEJOY
Un equipo de astrónomos ha detectado moléculas de alcohol y azúcar en el cometa Lovejoy. Según los autores del descubrimiento, esto refuerza la idea de que fue el impacto de un cometa el que favoreció la aparición de vida en la Tierra.
Un equipo de investigadores ha descubierto que el cometa Lovejoy posee grandes cantidades de alcohol etílico y azúcar, que está liberando al espacio. Es la primera vez que se observan moléculas orgánicas complejas en un cometa y el hallazgo sugiere que éstas podrían ser parte del material rocoso del que se formaron los planetas.
El cometa Lovejoy interesa mucho a los científicos, ya que es uno de los más activos en el entorno de la Tierra. Este tipo de objetos están compuestos de restos congelados de algunos de los compuestos más primitivos del sistema solar, con lo que podrían ofrecer pistas sobre su origen.
La mayoría de los cometas orbita en zonas frías, sin embargo, en ocasiones pasan más cerca del Sol, donde se calientan y liberan gases que permiten a los científicos determinar su composición.
Esto permitió a los científicos observar con detalle a Lovejoy el pasado mes enero, precisamente cuando el cometa pasaba más cerca del Sol y era más brillante y activo, liberando hasta 20 toneladas de agua por segundo al espacio. Las observaciones se realizaron desde España, gracias al telescopio de 30 metros del Instituto de Radioastronomía Milimétrica, situado en Sierra Nevada.
Al analizar los datos de las observaciones, los investigadores detectaron trazas de 21 moléculas diferentes, dos de los cuales, el alcohol etílico y glicolaldehıdo (azúcar), era la primera vez que se observaban en un cometa.
La presencia de estos compuestos orgánicos en los cometas sugiere que son material sintetizado en las primeras etapas de la formación del sistema solar, aunque aún está por determinar el momento exacto en el que se formaron.
Además, según los autores del estudio, publicado en la revista Science Advances, el descubrimiento de moléculas orgánicas complejas en Lovejoy refuerza la hipótesis de que los cometas pudieron ser los encargados de traer el material que dio lugar al origen de la vida en la Tierra.
Parece que este peculiar cometa está haciendo honor a su nombre, que en español se podría traducir como ‘alegría y amor’, y ha ido dejando un rastro de azúcar y alcohol equivalente a 500 botellas de vino por segundo, según los investigadores.