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HALLAZGO PUBLICADO EN LA REVISTA NATURE
En 2007, el radiotelescopio Parkes, en Australia, detectó por primera vez una corta, pero muy intensa, señal de radio originada fuera de la Vía Láctea. El fenómeno, bautizado como Estallido Rápido de Radio (FRB), se ha observado 17 veces hasta la fecha, sin que los científicos hayan identificado aún su fuente exacta.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos ha detectado por primera vez una serie de FRB que se repiten. Sus hallazgos, publicados en la revista ‘Nature’, aportan nueva información sobre el posible origen de las misteriosas señales de radio.
La investigación comenzó después de que Paul Scholz, científico de la Universidad McGill (Australia), detectara el pasado mes de noviembre 10 nuevos pulsos de FRB repetidos a partir de los datos del radiotelescopio Arecibo, en Puerto Rico.
Estudios previos, como el publicado recientemente en la misma revista, han considerado únicamente eventos de FRB aislados. Estos trabajos sugieren que el fenómeno es consecuencia de un proceso de destrucción, como la explosión de una estrella para formar una supernova, el colapso de una estrella de neutrones o la fusión de dos de ellas.
Sin embargo, según los autores del reciente trabajo, los estallidos de ondas provendrían de un cuerpo muy exótico, como una estrella de neutrones con una energía capaz de provocar las potentes señales.
También cabe la posibilidad de que hayan descubierto una nueva subclase de FRB, distinta de las anteriores, lo que borraría cualquier tipo de controversia. “El aparente conflicto surgido entre los diferentes estudios podría resolverse si las ondas tuvieran al menos dos fuentes diferentes”, ha señalado Victoria Kaspi, coautora del estudio e investigadora de la Universidad McGill.
En próximas investigaciones, los astrónomos tratarán de identificar la galaxia de la que proceden las ondas.