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UN ESPECTÁCULO EXTRATERRESTRE
El 'rover' de la NASA ha captado una imagen del anochecer en Marte en la que pueden observarse los efectos que la gran cantidad de polvo de su atmósfera provocan en la luz.
Si los anocheceres terrestres pueden convertirse en verdaderos espectáculos, los marcianos no iban a ser menos. Aunque en tonos grises y azulados debido al polvo y el formato de la imagen, las cámaras del 'rover' Curiosity de la NASA han captado una puesta de sol en el planeta rojo para que podamos observar el paisaje marciano sin movernos del sofá.
El vehículo espacial tomó la fotografía el pasado mes de noviembre, cuando el astro rey se ocultaba tras los escarpados bordes noroccidentales del cráter Gale, según ha informado la NASA.
La foto recuerda a otras anteriores capturadas por los instrumentos del 'rover' en el 2015 que mostraban una puesta de sol marciana empañada por una nube de polvo. En ambas imágenes pueden apreciarse las diferencias entre los anocheceres terrestres y los del planeta rojo.
En la Tierra, el cielo se muestra azul durante el día y rojizo por la noche debido a que la luz solar atraviesa la atmósfera y sufre un proceso conocido como refracción (cambia su dirección y velocidad provocado por los gases). En Marte, sin embargo, los colores se invierten: los días presentan tonos carmesíes, mientras que las noches son azuladas. Este efecto óptico se produce porque allí el abundante polvo refleja los rayos solares.
El Curiosity explora el interior del cráter Gale, una enorme hendidura de 154 kilómetros de diámetro, desde el 2012. Sus observaciones han revelado que el agujero presentaba en el pasado un sistema de lagos y corrientes que pudo haber albergado vida tal en el pasado.