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DATOS A FAVOR Y EN CONTRA DE SU EXISTENCIA
Como ya contamos hace semanas, un cuerpo gigante, masivo y helado podría estar viajando por el sistema solar exterior. Apodado 'planeta nueve', su existencia fue propuesta debido a las inusuales órbitas de varios cuerpos situados más allá de Plutón.
A raíz de esto, se han formado varios grupos de científicos con el fin de dar caza al hipotético planeta y confirmar finalmente su existencia. "Este es el tipo de cosas se están encontrando muy a menudo [en otros sistemas solares]", dice Mike Brown del CalTech y co-descubridor de este supuesto planeta junto a Konstantin Batygin.
Pero no todo el mundo está convencido de la existencia de este planeta. Ann-Marie Madigan, de la Universidad de California en Berkeley en Estados Unidos, descubrió que los pequeños objetos a través de los que se descubrió el 'planeta nueve' podrían "auto-organizarse", empujando y tirando los unos de los otros en esas órbitas poco usuales, por lo que para ella esas extrañas órbitas no serían producto del 'planeta nueve'.
Sin embargo, los cálculos de Batygin y Brown indican que no hay masa suficiente en la región como para trazar esas poco usuales órbitas. Además, Agnès Fienga del Observatorio Côte Azur en Francia y sus colegas, intenta resolver a través de un modelo teórico el misterio de los pequeños cambios en la órbita de la sonda espacial Cassini que no se explican a través de los objetos conocidos del sistema solar. Según Fienga, el 'planeta nueve' podría ser el responsable, y para encajar en las perturbaciones detectadas debería estar a unos 600 UA en dirección a la constelación de Cetus. No obstante, la NASA descarta esos ‘misteriosos movimientos’.
Hay, sin embargo, más datos. A través de una investigación realizada por Renu Halhotra, Kathryn Volk y Xianyu Wang, de la Universidad de Arizona en Estados Unidos, se han encontrado seis objetos helados cuyas órbitas parecen encajar con la presencia de un planeta distante. "Es una evidencia distinta a la que propusieron Mike Brown y Konstantin Batygin", explica Volk.
Por otro lado, el investigador de exoplanetas Nicolas Cowan de la Universidad McGill en Canadá cree que el 'planeta nueve', de existir, podría aparecer en los sondeos de la radiación cósmica de fondo y que, dependiendo de la órbita del planeta, también podría ser observado por el Dark Energy Survey, un proyecto diseñado para demostrar la aceleración del universo.
Batygin y Brown están tratando de obtener tiempo de observación en el telescopio Subaru en Mauna Kea, en Hawai. Quieren un total de 20 noches, algo muy superior a lo que se suele conseguir mediante las peticiones de observación. "A ver si pican", concluye Brown. Y es que no les queda otra opción porque, aunque unos aporten pruebas a favor y otros en contra, hasta que no se consiga una observación fiable de su existencia, el planeta de marras no existirá, salvo en especulaciones.